Definitivamente el turismo internacional es un tema con fuertes contradicciones en España. Por un lado ocupa una importante posición en la economía del país generando cerca del 13% del total de empleos y aportando con un 11% del PIB, según cifras del año pasado. No obstante, el explosivo flujo de viajeros también afecta el normal desarrollo de ciudades como Madrid y Barcelona, cuyos habitantes están pagando las consecuencias de esta “invasión” de turistas.
De ahí que no todos festejen las últimas cifras que indican que en estos primeros seis meses del año la nación ibérica ya ha recibido cerca de 28 millones de viajeros, lo que implica un aumento del 11,6% a igual periodo de 2016. De ese total, los principales países emisores han sido el Reino Unido (6,4 millones) y Alemania (4 millones).
Respecto del ingreso de estos viajeros, cerca de 23 millones lo hizo por vía aérea, lo que implica un 13% más que lo registrado en 2016.
Barcelona arremete contra Airbnb
Y si bien estas cifras son una excelente noticia para la industria del turismo, hay ciudades como Barcelona que definitivamente ya están harta de los viajeros y la falta de control que existe en negocios ligados a esta industria, como la renta de alojamientos.
Hoy en día es casi imposible para un habitante de la urbe costera hallar un departamento en el centro de la ciudad, ya que no hay disponibles y los que están tienen precios prohibitivos. La razón es muy simple y es que muchos de esos lugares se destinan para el hospedaje de los viajeros que llegan a la urbe.
De ahí que las autoridades locales han anunciado su intención de regular y poner límites a estas actividades, así como endurecer sus acciones contra la popular plataforma de alquileres vacacionales Airbnb, que ya había sido multada con 600.000 euros.
Así lo planteó la responsable municipal de Urbanismo, Janet Sanz, quien aseguró que "abrirán un nuevo proceso sancionador de 600.000 euros si Airbnb no hace un gesto de buena voluntad" para dejar de ofrecer apartamentos sin las licencias necesarias para operar con fines turísticos.
Además, el ayuntamiento quiere iniciar negociaciones con el gobierno regional de Cataluña para modificar la ley de turismo, con el objetivo de "endurecer las multas" o "precintar la web de la compañía para cesar su actividad", añadió Sanz.
