SANTIAGO.- Sierra Leona es un país de
África occidental que normalmente es recordado por una dolorosa y cruenta guerra civil, además de los tristemente conocidos
diamantes de sangre. No obstante, los últimos años
esta nación ha hecho enormes esfuerzos para dejar en el pasado su lamentable historia y abrir sus increíbles escenarios naturales para que sean una alternativa más para los viajeros internacionales.
Gente amable y hermosas áreas silvestres son parte de la oferta que esta nación en desarrollo ofrece al turista de otras latitudes.
La mayor parte de su costa está formada por manglares pantanosos, con excepción de
la hermosa península Freetown, nombre que también recibe su ciudad capital y lugar de llegada de los viajeros que visitan este territorio.
Descubre tu próximo destino
Con una población que supera por poco el millón de habitantes, esta metrópolis ha sido calificada como ecléctica y destino ideal para quienes quieren aventurarse en estos territorios salvajes. De hecho, muchos turistas llegan hasta el puerto de esta urbe simplemente para disfrutar de sus increíbles y bellas playas.
Desde ahí también se puede visitar
la isla Brunce, un pequeño pedazo de tierra ubicado frente a las costas de África y que en la antigüedad
fue utilizado como centro intercambio y venta de esclavos.
En el Departamento de Destinos Lejanos de COCHA comentan que este país es el lugar ideal para quienes gustan de la naturaleza y descubrir nuevos lugares para recorrer y disfrutar.
"Sierra Leona es un país que tiene mucho más que diamantes para ofrecer", aseguran en la agencia de viajes.
Añaden que "en este rincón de África se pueden encontrar playas paradisíacas, reservas naturales ricas en vegetación y especies animales, montañas para explorar y
una interesante herencia cultural para disfrutar, dejando atrás la imagen de un país en conflicto, enfrentado a enfermedades, explotación y pobreza".
Sin ir más lejos, uno de los imperdibles de Freetown es
el Museo Nacional de Sierra Leona que cuenta la sufrida historia de este pueblo como lugar donde las antiguas grandes potencias venían en busca de esclavos.
El Muelle Naval es otro lugar de esta ciudad para visitar ya que carga con un potente pasado que habla del comercio de personas. También está la Universidad de
la Bahía de Fourah, considerada la más antigua del continente y por donde pasaron distintas personalidades locales.
Ahora si la idea es poder conocer un poco de su cultura, nada mejor que visitar el Gran Mercado donde hay una amplia oferta de artesanía y comida local.
Entre sus playas, destaca Lumley, un pedazo de costa que queda al oeste de la península de Freetown. Es uno de los sectores más visitados por los viajeros y la población local, ya que también sirve de escenario para festivales y eventos sociales. También se recomienda
la playa Goderich, que sobresale por su increíble bella, pocos visitantes y llamativa limpieza.
Conociendo estas playas se puede comprender por qué
a este país se le conoce también como el Caribe de África. Ya antes de la guerra, sus playas atraían a los turistas occidentales a la antigua colonia británica.
Tokeh Beach, es otra playa de esta zona que acapara la atención y prueba de ello son los complejos habitacionales y turísticos que poco a poco van apareciendo paralelos al litoral.