España es un país que sabe de bares y cafeterías. Locales que más allá de ofrecer un buen trago para disfrutar, son un punto de encuentro social donde abundan largas tertulias, hinchas disfrutando del fútbol, música y muchos más. De ahí que no sorprenda que el último estudio realizado en el país europeo arrojó que existen 101.397 de estos establecimientos legalmente establecidos, lo que se traduce en 2,8 por cada mil habitantes.
No obstante, hay ciudades que rompen con creces esta proporción. Es lo que ocurre con tres urbes de la comunidad autónoma de Castilla y León, emplazada en la parte norte de la península ibérica.
Según los datos revelados, la ciudad de León consigue el oro con 5,03 bares o cafeterías por cada mil habitantes. Le sigue Salamanca con 4,22 locales por mil personas, mientras que el bronce lo obtiene la ciudad de Zamora, la que alcanza los 4,14 establecimientos por cada mil personas.
Municipios y pueblos
No obstante, la proporción se dispara cuando la medición se hace por municipio y no por ciudad. Ahí aparecen algunos pueblos que definitivamente son dignos de visitar si se está por esas tierras, ya que son un verdadero parque temático para quienes disfrutan salir de copas, debido a su más que amplia oferta y donde literalmente se puede decir que hay un bar en cada esquina.
Sallent de Gallego (Huesca), Comillas (Cantabria) y Peñíscola (Castellón) son municipios que dejan muy por atrás las cifras de las ciudades ya vistas. Mientras la primera alcanza la estratosférica cantidad de 15,7 bares y cafés por cada mil habitantes, la segunda y tercera llegan a 9,8 y 9,4 respectivamente.
La explicación apunta básicamente a que el primero vive del turismo debido su ubicación cercana a los Pirineos. De ahí que su población aumenta considerablemente durante el periodo invernal, debido a que reciben a miles de turistas locales y de otras latitudes para disfrutar de sus bondades, por lo que bares y cafés proliferan durante esta época del año.
Así lo explican en el Departamento de Europa de COCHA donde indican que los pueblos que protagonizan este ranking “tienen la particularidad de ser destinos que ven un importante aumento de visitantes durante las épocas de invierno, ya que al ser zonas prealpinas albergan centros de esquí donde es posible disfrutar del deporte blanco en un entorno de ensueño”.
De hecho, al terminar el periodo de invierno muchos de estos locales dejan de funcionar durante el resto del año, al punto que el alcalde de Sallent de Gallego, Jesús Gericó, ha asegurado que “muchas veces los turistas no pueden tomarse un café porque están cerrados”.
El municipio destaca por su estación de esquí Aramón Formigal, un complejo que está dotado de los mejores equipamientos para disfrutar de los deportes blancas, además de una excelente oferta y servicios hoteleros.
Descubre tu próximo destino
De visitar la zona, la iglesia gótica de la Asunción es un imperdible. Fue construida en el siglo XVI y en la actualidad figura como un Bien de Interés Cultural de España.
Por su parte, El municipio de Comillas es conocido como la “Villa de los Arzobispos”. Durante gran parte del siglo XX fue el destino de descanso de la aristocracia española, especialmente madrileña, catalana y vasca. Su arquitectura ofrece muchos edificios calificados como Bienes de Interés Cultural y donde resalta “El Capricho” de Gaudí, entre otros.
Finalmente Peñíscola en la provincia de Castellón también es un imán para el turismo, pese a que su población no supera las 8 mil personas, y de ahí su gran oferta de bares y cafés. Es considerado uno de los pueblos más bellos de España y ofrece entre muchas otras atracciones el hermoso Castillo Templario que hace de “corona” a su casco histórico.
