Salvador del estado de Bahía en Brasil es uno de los destinos turísticos más demandados en el gigante sudamericano y una apuesta segura para pasar un tiempo de ocio en medio de una ciudad que ofrece de todo para alegrar las vacaciones de cualquier viajero.
Su hermoso casco antiguo, con calles empinadas y edificios de colores, es una de sus mejores cartas de presentación y prueba tangible de la riqueza cultural que se vive en esta zona de Brasil y que se forjó con la mezcla de culturas europeas, africanas y tribus locales.
Este mestizaje cultural y racial se puede disfrutar además en cada rincón de la ciudad con expresiones folclóricas, gastronómicas y artesanales.
En el Departamento Latinoamérica de COCHA comentan que esta metrópolis del noreste del país tiene de todo para vivir unas relajantes y entretenidas vacaciones, ya que por un lado posee algunas de las playas más bellas de Brasil y una zona histórica como pocas se pueden encontrar en el cono sur.
“Salvador es un destino perfecto para disfrutar de algunas de las playas más espectaculares de Brasil. Acá es imperdible pasear por el Pelourinho -el centro histórico de la ciudad-, subir en el Elevador Lacerda, comprar las tradicionales fitas -pulseras de colores-, visitar el Parque Nacional Chapada Diamantina y perderse entre los negocios del Mercado Modelo”, dicen en la agencia de viajes.
Pelourinho destaca por sus calles empinadas y con adoquines. Al recorrerlas es posible apreciar bellas construcciones coloniales de estilo barroco y que se remontan a los siglos XVI y XVII. De ahí que no resulte extraño que la UNESCO la declarara Patrimonio de la Humanidad en 1985.
Destacan sus numerosas iglesias como la Catedral Basílica, que ofrece una clara muestra de la arquitectura portuguesa, o la Iglesia y Convento de Sao Francisco. Además están sus museos de Arte Sacro y de Arte Moderno.
Pero además de su alucinante y colorida arquitectura, esta zona también ofrece una interesante y activa vida cultural donde destacan los bailes típicos y los ritmos afro que generan un ambiente alegre que envuelve a los viajeros.
El mercado Modelo es otro lugar para recorrer con calma y disfrutar de sus más de 300 locales donde es posible comprar bellas muestras de artesanía bahiana. Los restaurantes y locales de comida cercanos también permiten degustar sus tradicionales platos donde sobresale el acarajé fritos en aceite de dendé.
Se trata de una de una masa, que puede ser de harina o poroto, con camarones y cebolla que se fríe con abundante aceite de palma (dendé) y que es servido con distintas salsas preparada con productos locales.
Una costa generosa
Salvador de Bahía no solo es historia y un casco antiguo impresionante. Sus playas también son un placer para el viajero ya que ofrecen distintas posibilidades para hacer y disfrutar dependiendo de las intensiones del visitante.
Destaca por su popularidad la “praia do Porto da Barra” ubicada en el barrio de Barra. Esta parte del litoral se ve engalanado además por su hermoso faro que también es un destino imperdible de la zona. La temperatura de sus aguas es más que agradable y sus olas son pequeñas por lo que toda la familia puede disfrutarla. Un dato importante, es que este sector costero es el escenario más importante del Carnaval de Salvador.
Otras playas que tampoco pueden quedar fuera en este recorrido son Itapuá, Stella Maris, Flamengo, praia do Buracao y Piatá.