Definitivamente España vive días complicados en materia de turismo luego que hace unas semanas colectivos de jóvenes realizaran manifestaciones públicas en contra de lo que llamaron el “turismo de masas”, el que, dijeron, afecta a gran parte de la población local que vive en ciudades como Barcelona o Isla de Mallorca.
Su última acción se registró el martes pasado cuando más de mil autos de alquiler, en la citada isla, aparecieran con adhesivos con leyendas como “Este coche sobra” o “El turismo mata Mallorca”.
La protesta es la segunda de su tipo en ese balneario luego que jóvenes irrumpieran con bengalas y papel picado en un restaurante repleto de viajeros, acción que también se repitió frente a algunos yates anclados en el Muelle Viejo de la capital balear.
Estas manifestaciones fueron realizadas por integrantes de los colectivos juveniles independentistas Endavant Mallorca, Arran Palma y el grupo ecologista GOB Mallorca.
La ciudad de Bilbao también fue escenario de estas manifestaciones cuando desconocidos lanzaron pintura roja en el frontis de la Agencia Vasca de Turismo-Basquetour.
¿Quienes conforman estos grupos?
Según medios de prensa españoles estos colectivos son altamente organizados y tecnológicos, de tendencia socialista, independentistas catalanes y feminitas. En su mayoría son integrados por millennials y jóvenes okupa, quienes denuncian una explotación de las comunidades locales por parte de la industria que promueve “la masificación turística”.
Son anticapitalistas y su postura es boicotear el actual modelo turístico de España, que en los últimos años ha crecido considerablemente transformándose en uno de los principales pilares para la recuperación económica de ese país aportando con cerca de un 12% del PIB de esa nación.
Tan solo en 2016 España recibió 75 millones de turistas internacionales que dejaron 77.625 millones de euros, algo así como ¼ de los ingresos que genera ese país por concepto de exportaciones manufactureras.
Endavant Mallorca, Arran Palma y el grupo ecologista GOB Mallorca se caracterizan por su organización y hasta ahora perfecta precisión para realizar sus intervenciones.
En ellas registran todos los hechos y han llegado a usar drones para grabar desde todos sus ángulos las protestas y luego subirlas a las redes sociales. Si hace tres o cuatro años las tomas eran solo con teléfonos móviles, hoy cuentan con tecnología de punta para tal objetivo. De ahí que no resulte extraño que sus videos rápidamente se transformen en virales.
El colectivo Arran es el más conocido. Lleva años haciendo presente a la sociedad española sus postulados y han planteado incluso expropiar el Hotel Vela de Barcelona y terminar con los sitios webs que ofrecen el servicio de arriendo de departamentos de particulares a turistas.
Esta práctica, indican, ha impactado enormemente en la calidad de vida de la población local que ha debido ceder sus barrios al turismo en masa, sin contar que también han debido soportar una alza significativa en los valor de los bienes y servicios de las urbes.
Así lo hicieron patente luego que un grupo de activistas interceptó un bus turístico para hacer rallados donde acusan a la industria del turismo de “matar” pequeños barrios de Barcelona, intervenciones que, según todo indica, continuarán en el tiempo hasta que no se regule lo que han llamado el “turismo capitalista”.
