SANTIAGO.- El brasileño Bruno Borges, quien estuvo en paradero desconocido durante cuatro meses y 14 días, y regresó a su casa el pasado 11 de agosto, negó que su desaparición haya sido una maniobra de marketing para divulgar sus libros, tal como lo ha estimado la policía.
Borges salió de su casa el 27 de marzo pasado, dejando 14 libros codificados, así como enigmáticos dibujos en las paredes de su habitación. Dos de los textos ya fueron publicados, convirtiéndose en éxito en ventas en Brasil.
"Todo lo que hice fue con el objetivo principal de estimular a las personas a adquirir conocimiento", señaló anoche, en entrevista exclusiva con Fantástico de O'Globo, donde también aseguró que se aisló "para buscar algo, una verdad dentro de mí que yo necesitaba encontrar".
El hombre de 25 años agregó que durante su aislamiento, el que calificó como "muy personal", estuvo en un ambiente con mucho verde y en contacto con la naturaleza, donde no tuvo acceso a nada.
"Busqué el aislamiento justamente para no ser atrapado por el colectivo. A menudo, la colectividad enturbia el encontrar el auto-conocimiento", afirmó.
Borges no entregó mayores detalles respecto al lugar donde estuvo recluido durante los últimos cuatro meses, argumentando que para él eso es irrelevante, ya que lo importante es el objetivo. Eso sí, confesó que su desaparición fue absolutamente planeada.
El brasileño regresó a la casa de sus padres a las 05:22 horas del viernes pasado. Su llegada fue captada por las cámaras de seguridad, las que muestran que el hombre estuvo por lo menos una hora esperando a que le abrieran la puerta. Finalmente pudo reencontrarse con sus familiares, luego de que un vecino lo viera y avisara por teléfono a su padre.
"Cuando me encontré con él, nos dimos un abrazo muy fuerte. Mis piernas tambalearon, él me tomó para que no cayera", relató Athos Borges, su padre, en la misma entrevista.
Su madre, en tanto, reveló que su primer contacto con Borges fue por teléfono, ya que cuando regresó, ella se encontraba en el Santuario de Aparecida, rezando por su hijo.
"Él lloró, pidió perdón, le dije que él no necesitaba pedir perdón que yo lo amaba, y que estaba en Aparecida y que Nuestra Señora había escuchado mis oraciones (...) Entonces él respondió que había sentido esa vibración y que había resuelto volver", contó Denise Borges.
En este sentido, el hombre afirmó a Fantástico que siente culpa por no haber informado a su familia sobre sus planes, aunque aseguró que no está arrepentido de lo que hizo.
Asimismo, sostuvo que fue ingenuo de su parte pensar que todo lo que dejó en su habitación, explicaría su desaparición. "Creí que todo el mundo iba a saber que me había aislado para buscar la verdad de la vida en el momento en que miraran mi cuarto de la manera como lo dejé", señaló.
Respecto a su futuro, Borges sostuvo que quiere escribir más libros, perfeccionarse cada vez más y "nunca dejar de adquirir conocimiento".
