El caso de este menor se viralizó el fin de semana.
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SANTIAGO.- Esta semana, el niño argentino con síndrome de Arperger que fue separado de su curso por petición de los apoderados, no asistió a clases. Así lo aseguró su propia madre a la prensa trasandina, donde comentó que el menor “no acepta el cambio de curso”.
Paola, la mamá del niño, comentó al canal de noticias TN, que el pequeño que cursa el cuarto grado de primaria en el Centro Educativo Franciscano San Antonio de Padua, "
se puso muy mal. Extraña a sus compañeros, él tiene a su mejor amigo en el curso".
El caso de este menor se viralizó el fin de semana, luego de que su tía compartiera en Facebook un pantallazo de la conversación en el chat de apoderados del curso, donde algunos celebraban que al niño lo hubiesen separado de sus compañeros.
Tras esto, la familia del menor recibió el asesoramiento del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), en caso de que quiera proceder a realizar una denuncia y fijó una visita al establecimiento educacional para guiar a la comunidad educativa, señaló La Nación.
“Vergüenza ajena” por la reacción de los padres
Por su parte, la madre del niño explicó que hace dos años su familia se salió del chat grupal de apoderados, por un incidente ocurrido dentro del colegio y que dio pie para hablar del menor, según explicaron en el mismo medio trasandino. "Por eso nos salimos del grupo, no era saludable", dijo la mujer.
Al ser consultada sobre los alegatos que hacen algunos apoderados, que acusan a su hijo de ser a veces violento, Paola comentó: "Hay situaciones que se dan en el juego, algo propio de los chicos. Pero si es mi nene, se trata de un asesino serial; si es otro, hay que entenderlo, son varones, juegan a lo bruto".
"Más allá de su síndrome, tiene facilidad para la socialización. Le gusta tener amigos, intenta tenerlos, a veces no entiende los juegos", agregó.
Asimismo, defendió el actuar del colegio y aseguró que las autoridades escolares decidieron flexibilizar el cambio del niño, para que pueda compartir horas del día en varios cursos y así no quedar totalmente separado de sus compañeros actuales. “Nos sacamos el sombrero en muchas cuestiones. Sentimos que estaban desbordados con esto, sintieron la presión. En julio los padres hicieron huelga para que lo sacaran. Los papás no mandaron a sus hijos a la escuela porque decían que no les parece bien que compartan el aula con mi hijo", dijo la mujer.
Respecto al controvertido chat de apoderados, Paola dijo que sentía “vergüenza ajena” por cómo reaccionaron los padres al conocer la noticia sobre su hijo. "Si esa es la reacción que tuvieron, ¿qué le transmiten a sus hijos?", se preguntó.
