SANTIAGO.- Muchas son las famosas, tanto chilenas como extranjeras, que han reconocido abiertamente haber practicado la placentofagia, es decir, ingerir la placenta tras el parto de sus hijos, en forma de batidos, preparaciones o píldoras.
¿Qué las llevó a hacerlo? Muchas se dejaron convencer por los innumerables beneficios que tendría el consumo de ese órgano para la salud, entre ellos proteger contra la depresión postparto, reducir los dolores tras dar a luz, aumentar la energía, ayudar a la lactancia, mejorar la elasticidad de la piel, reponer el hierro en el cuerpo, etc., etc., etc.
Sin embargo, los científicos aún no logran comprobar que la placenta sea efectivamente un "súper alimento" y muchas veces han llamado a las mujeres a no consumirla. En esa misma línea, Alex Farr, doctor de la Universidad Médica de Viena, aseguró esta semana que la placenta contiene muy baja cantidad de nutrientes, por lo que consumirla no tiene ningún beneficio para la salud e incluso puede perjudicarla.
"Médicamente hablando, la placenta es un desecho", sostuvo Farr, según publicó el Daily Mail. Y fue aún más allá: "Dado que la placenta es genéticamente parte del recién nacido, comérsela bordea el canibalismo".
El médico agregó que el órgano también puede contener metales pesados que, al ser consumidos, pueden causar dolores de cabeza, convulsiones e incluso la muerte.
Kim Kardashian fue una de las primeras celebridades en hacer público que se comió la placenta en forma de píldoras, tras el nacimiento de Saint, su segundo hijo. Y más recientemente Coleen Rooney, la esposa del ex futbolista británico Wayne Rooney, anunció a través de su cuenta de Twitter que planeaba ingerir la placenta del hijo que espera.
En el ámbito nacional, en abril de 2016 la actriz Josefina Montané reveló en un programa de televisión, que tras dar a luz a su hija Mila, había ingerido la placenta en forma de batido y encapsulada.
