SANTIAGO.- Definitivamente los niños son quienes más disfrutan del verano, especialmente de la temporada de playas y piscinas. De ahí que no resulte extraño que precisamente sean ellos quienes quedan más expuestos ante eventuales accidentes de asfixia por inmersión, especialmente si no se toman las medidas de seguridad necesarias. Sin ir más lejos, durante este periodo del año se experimenta un gran aumento en las atenciones de urgencia por este tipo de casos y de ahí que se hace necesario saber cómo actuar al momento de verse enfrentado a una situación de este tipo.
Para hablar de este tema la doctora Andrea Alba, jefa del Servicio de Urgencia de Clínica Las Condes, visitó
EmolTV, oportunidad donde reveló que, si bien no existen estudios acabados sobre este tema en Chile, la experiencia ha demostrado que los niños entre 1 y 5 años son quienes están más expuestos a protagonizar este tipo de situaciones.
“El perfil de accidentados es generalmente niños entre 1 y 5 años. Es más frecuente en niños hombres, cuatro veces más que las niñas. Además, es más común que se den en zonas rurales,alejadas de la ciudad, donde los patios son más grandes y existen canales, ríos o piscinas. Curiosamente estos accidentes ocurren más durante los fines de semana y después del horario de almuerzo, entre las 16:00 y 18:00 horas”, detalló la doctora Alba.
La profesional explicó que tener cifras detalladas que entreguen un panorama concreto respecto de la real ocurrencia de estos accidentes en el país es más bien complejo ya que normalmente no llegan a consulta o urgencia los niños que habiendo caído al agua son rescatados a tiempo, de ahí que los casos que se atienden habitualmente son de pequeños que llegan en estado inconciente y con riesgo vital.
Cómo actuar ante un caso de inmersión
La jefa del Servicio de Urgencia de Clínica Las Condes añadió que en caso de encontrarse en una situación donde una persona ha sufrido de asfixia por inmersión la recomendación inicial es sacarlo cuanto antes del agua y recostarlo boca arriba procurando que todo su cuerpo quede en posición horizontal.
Acto seguido, se debe intentar hablar con la persona en busca de alguna respuesta conciente. De no existir, añadió, se debe determinar si este aún respira y si no existe ningún indicio de actividad pulmonar, se debe intentar establecer si aún tiene pulso.
La especialista explicó que de no registrarse ningún tipo de respuesta ante estas acciones, se debe llamar inmediatamente a cualquier sistema de rescate o urgencia y se debe comenzar con los trabajos de reanimación para lo cual es fundamental seguir algunas indicaciones que se detallan a continuación.
1.- No intentar secar o subirle la temperatura a la persona accidentada: Mientras más baja sea la temperatura del paciente menos consumo de oxígeno demando el cuerpo y, por consiguiente, da más tiempo para intentar estabilizar a la persona.
2.- Compresiones: el socorrista debe poner en el centro del pecho (entre los dos maléolos), primero la palma de su mano izquierda, sobre ella se pone la mano derecha, entrelazando los dedos y poniendo los brazos firmes con los codos estirados, luego con todo el peso del cuerpo iniciar una serie de compresiones, de un segundo cada una aproximadamente, hasta que llegue ayuda avanzada. La idea es hacer que el tórax se comprima y luego vuelva a su posición. “Con eso estamos haciendo masaje cardiaco y también ayudamos a que ingrese un poco de aire en los pulmones de la persona”, dijo la doctora Andrea Alba.
3.- Ventilación pulmonar: De forma paralela al masaje cardiaco el socorrista debe también realizar el ejercicio de respiración boca a boca. Este normalmente se hace en una frecuencia de 30 compresiones en el tórax y dos de ventilación.
Estas acciones se deben realizar ininterrumpidamente hasta que lleguen los equipos de emergencia que ya fueron llamados para ir en ayuda de la persona accidentada.
La doctora Andrea Alba aclaró que en el caso que el accidentado sea de un año o menor, la compresión se debe hacer con dos dedos de la mano o solo una de ellas para evitar que la fuerza que se aplica dañe aún más el organismo.. En el caso de los ejercicios de ventilación, el socorrista debe procurar que su boca cubra la boca y nariz del niño para que la técnica dé resultado, en el caso de personas mayores la nariz debe ser bloqueada con la mano al momento de realizar la respiración boca a boca.
La especialista de Clínica Las Condes explicó que, siguiendo estas simples instrucciones, aún cuando el socorrista sea una persona sin experiencia, se puede dar oxígeno a la persona accidentada y así proporcionar el tiempo suficiente para que llegue la atención especializada.
“La idea es que ocurrido el accidente de forma paralela se solicite ayuda de emergencia y se comience con estos trabajos de reanimación que no terminarán hasta que llegue la ambulancia y personal paramédico”, dijo la facultativa.
El objetivo, agregó, es procurar oxígeno al cerebro del paciente y reducir así eventuales daños neurológicos, los que ocurren, en promedio, luego de cuatro o cinco minutos de asfixia.
La jefa del Servicio de Urgencia de Clínica Las Condes agregó que, si con este accionar el paciente recupera la conciencia, lo más recomendable es que sea traslado cuanto antes a un centro asistencial para que se le realicen los exámenes de rigor que permitan establecer si hubo o no daño como resultado de la asfixia por inmersión.
