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La historia del vendedor de rosas que salvó a una mujer de un violento acoso callejero en Italia

Gaia Guarnotta le dedicó una extensa publicación a Hossein Alamgir, un inmigrante bangladesí que enfrentó a un grupo de 25 hombres que forcejeaba con ella en la vía pública.

20 de Octubre de 2017 | 08:28 | Emol
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Hossein Alamgir es un vendedor ambulante de rosas, de 58 años, que llegó buscando nuevas oportunidades a Italia en el año 2005.

Pantallazo de Facebook Gaia Guarnotta
SANTIAGO.- "Gracias, porque en este mundo hay gente como Hossein, que ayudan sin pedir nada a cambio. Esta es una cara que nunca olvidaré", escribió Gaia Guarnotta, una fotógrafa de 25 años que compartió en redes sociales una atemorizante experiencia cuando fue acosada por un grupo de 25 hombres, aparentemente en estado de ebriedad.

La mujer italiana, tal como relató, caminaba sola a las 11.30 de la noche, cerca de la Plaza de la República, en Florencia, cuando los sujetos, aparentemente borrachos, comenzaron a gritarle y pedirle selfies.

De los autorretratos pasaron a otras peticiones, diciéndole que por qué no se iba con todos para tener "una buena noche". "¡Lo disfrutarás!", le comentaron.

Guarnotta se negó y trató de alejarse, pero uno de los hombres la tomó del brazo e incluso le quitaron sus anteojos, mientras trataban de llevarla a otro sitio. Todo esto sucedía, mientras algunos miembros del grupo grababan la escena con el celular, y otros la llamaban "prostituta" y la escupían.

Sin duda se trataba de un angustiante momento para la italiana, quien desconocía cómo terminaría esa noche, esperando lo peor y sintiéndose completamente desprotegida ante la agresividad del grupo de hombres.

Afortunadamente, apareció quien se convertiría en su héroe: el bangladesí Hossein Alamgir, un vendedor ambulante de rosas, de 58 años, que llegó buscando nuevas oportunidades a Italia en el año 2005, según medios europeos.

El hombre, al darse cuenta de la situación, se acercó a los acosadores y sacó a Guarnotta de ahí, en medio de insultos misóginos.

"(Hossein) me dio un pañuelo para secarme las lágrimas, me llevó a un lugar donde me invitó algo para comer y beber, me trajo toallas para limpiarme, y me regaló una rosa", escribió la mujer. Ella, por su parte, además de fotografiarlo y homenajearlo en Facebook, le regaló una foto suya, "para que siempre recuerde a la joven que salvó esa noche".

Guarnotta concluyó en su perfil: "Decidí escribir lo que me pasó porque muchos creen que el feminismo no es necesario, como tampoco el antisexismo o la integración; que en el fondo, esos jóvenes solo estaban bromeando, tonteando; que los extranjeros deben irse a su casa porque los medios dicen que 'lo foráneo es malo'; que la misoginia no existe, que el hombre y la mujer son iguales, que tienen los mismos derechos y libertades… Con esto sabemos que no es así".