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Jardinero dice que acampó diez años en un bosque para escapar de su esposa

Según el británico Malcolm Applegate, la vida con su señora se estaba haciendo insoportable, así que tomó su bicicleta y sin previo aviso, abandonó su hogar.

20 de Octubre de 2017 | 13:44 | Emol
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"Mientras más trabajo aceptaba, más se enojaba mi esposa. No le gustaba que estuviera fuera de la casa por mucho tiempo", aseguró Applegate.

Pantallazo Daily Mail/SWNS.com
SANTIAGO.- La jardinería fue mucho para su esposa, asegura Malcolm Applegate, un británico de 62 años que ama su trabajo, cortando, cuidando y dando forma al follaje en las casas de las personas. Tanto así, que el hombre comentó que escapó de su hogar harto de las peleas que, según él, causaban las horas que le dedicaba a su querido oficio. Y por este motivo estuvo dispuesto a vivir 10 años acampando en un bosque.

Applegate estuvo casado tres años con su esposa, según relató a la prensa británica, y fue un periodo en el que, indica, fueron creciendo las discusiones en torno al tiempo que él dedicaba a los jardines. “Mientras más trabajo aceptaba, más se enojaba mi esposa. No le gustaba que estuviera fuera de la casa por mucho tiempo (…) El comportamiento controlador empezó a salirse de las manos y empezó a exigir que redujera mis horas de trabajo”, relató el hombre.

Mientras las discusiones se iban haciendo más frecuentes, Applegate decidió abandonar a su esposa. Y así, montado en su bicicleta, sin previo aviso a ella ni a su familia, se alejó de la casa.

De una casa a una carpa

Tres semanas duró el viaje de Applegate desde Birmingham, donde vivía con su esposa, hasta Londres. El trayecto no fue fácil, ya que a mitad de camino le robaron su vehículo y debió continuar a pie.

Por fin llegó a Kingston upon Thames, un municipio al suroeste de Londres, donde encontró trabajo como jardinero en una residencia de ancianos y un nuevo hogar, acampando junto a otras dos personas en un bosque cercano, según relató.

Así, tal como indicó, permaneció 10 años oculto de su esposa y de paso, de su familia que lo terminó dando por muerto tras mucho tiempo de búsqueda.

Su nuevo hogar

Applegate ya dejó su vida en el bosque y vive hace un tiempo un albergue para personas sin casa -Emmaus Greenwich-, al sur de Londres.

Una vez que tuvo un sitio con muros donde dormir, no dudó en contactarse con su hermana. Le escribió una carta y ella lo llamó de vuelta, entre lágrimas. “Ahora tenemos una relación excelente”, comentó el hombre a Daily Mail.

Al mismo medio, Applegate aseguró que aún ama trabajar en los jardines, aunque su principal actividad es hacer trabajos y campañas para recaudar dinero para personas sin techo. “Tengo una habitación preciosa”, aseguró. “No fue hasta que me casé que mi vida se volvió más y más inestable”, se lamentó.

La historia de Applegate recuerda la de Lawrence John Ripple, un hombre de Kansas que en 2016 le dijo a su esposa, en medio de una discusión, que prefería ir a la cárcel que seguir viviendo con ella.
Acto seguido, se dirigió a un banco, asaltó a uno de los cajeros –con una nota que decía que tenía una pistola- y esperó a que llegara la policía para entregarse.

En junio de este año, Ripple fue sentenciado a seis meses de arresto domiciliario y tres ñaos de libertad vigilada.

Según él, al momento de ocurrir los hechos estaba sufriendo una depresión mal diagnosticada. Dolores, su esposa lo acompañó a escuchar la sentencia.