La carrera de Richardson se disparó en los años 90.
Reuters
SANTIAGO.- La ola de acusaciones por abusos sexuales y acoso que distintas mujeres de Hollywood han hecho en contra del productor Harvey Weinstein, sigue teniendo consecuencias en otros rubros, como ha sucedido en la industria de la moda, donde varias voces de modelos se alzaron para contar sus experiencias en su trabajo.
Sin embargo,
algunas mujeres de pasarela ya habían anunciado años atrás el comportamiento poco correcto que tendría uno de los fotógrafos más afamados, Terry Richardson (52), y es por este motivo que el fin de semana, The Sunday Times se cuestionara por qué en la industria se seguía contratándolo y alabándolo, pese a ser, según la publicación, “el Harvey Weinstein de la moda”.
Asimismo, se mencionaba que el Richardson había sido recientemente fotografiado junto al editor de Vogue UK, Edward Enninful, además de haber sido invitado a la reciente Semana de la Moda de Nueva York.
Un día después de esto, ayer a las 8.14 am, James Woolhouse, vicepresidente ejecutivo y director de operaciones del grupo de medios Condé Nast International (que publica Vogue, GQ, Glamour, entre otras), envió un correo electrónico “con efecto inmediato” a los jefes de las distintas revistas para solicitarles que no trabajaran más con Richardson.
Esta información fue dada a conocer el lunes por The Daily Telegraph, donde aseguraron haber tenido acceso al correo, en el que también se especificaba que cualquier producción de fotos pendiente con el fotógrafo debía ser cancelada, o cualquier imagen ya realizada por él para una futura publicación debía ser “cancelada o sustituida por otro material”.
#NoMoreTerry
La carrera de Richardson se disparó en los años 90. Con su estética provocadora, llegó a presentar a veces escenas explícitamente sexuales.
No era de extrañar que las controvertidas imágenes lo convirtieran en un famoso fotógrafo que luego sería uno de los más cotizados en revistas o por personalidades como Madonna, Beyoncé o Miley Cyrus, para quien Richardson dirigió el polémico video “Wrecking Ball”.
Pero fue en el año 2014 que se destaparon varias acusaciones en contra del estadounidense, respecto a su comportamiento abusivo y de “explotación sexual” en las sesiones de fotos que realizaba. Incluso se creó el hashtag #NoMoreTerry, que hacía un llamado a boicotear a las marcas que trabajaran con él.
Richardson por su parte, siempre negó tales acusaciones, asegurando que siempre ha sido “considerado y respetuoso” en su trabajo.
Según la prensa especializada, Richardson escribió una carta el viernes pasado, abordando el tema de los “rumores” sobre su conducta. Allí, señaló: “Colaboré con mujeres adultas que estaban al tanto de la naturaleza del trabajo y, como es típico en cualquier proyecto, todos firmaron acuerdos”.
“Nunca he usado una oferta de trabajo o una amenaza para obligar a alguien a hacer algo que no quisiera hacer”, señaló.
