SANTIAGO.- Se acerca el periodo estival y muchos chilenos ya alistan los últimos detalles de sus vacaciones. Un punto que no todos toman en consideración al momento de concretar esta preparación son las precauciones médicas que se deben tener en cuenta al momento de programar un trayecto de larga duración o las exigencias sanitarias que se deben cumplir para visitar algunos destinos turísticos internacionales y que aquí detallamos para que los días de descanso no se vean afectados por un problema de salud.
Para ahondar en este tema,
EmolTV entrevistó al
doctor Guillermo Acuña, infectólogo y especialista del Centro de Medicina del Viajero de Clínica Las Condes, quien entregó una serie de consejos que harán que su próximo viaje sea realmente placentero y no se vea interrumpido por causas médicas.
Vuelos de más de 6 horas
En primera instancia, el experto entregó algunas recomendaciones para evitar que las personas que deben realizar viajes de larga duración se vean afectados por el llamado “síndrome de la clase turista”.
Este término se acuñó recién en la década de los 90 cuando se detectó que personas que cumplían varias horas de vuelo tenían un riesgo mayor de sufrir trombosis, especialmente trombosis venosa profunda y otras derivadas más complejas como el tromboembolismo pulmonar.
Al respecto, el doctor Acuña explicó que cumpliendo un protocolo muy sencillo se reduce al mínimo el riego de sufrir una de estas patologías. Explicó que lo primero que debe hacer el viajero es hidratarse constantemente durante todo el tiempo que dure el vuelo.
“Al deshidratarse la sangre se vuelve un poco más viscosa y es más fácil que se produzcan coágulos o trombos en las venas, problema que afecta principalmente a la gente que se mueve poco durante el trayecto, ya sea que vaya en clase económica o business”, dijo el especialista.
Añadió que además de beber harto líquido, la recomendación es que el pasajero no pase sentado todo el vuelo y se tome el tiempo suficiente para levantarse y caminar. Si eso se torna algo difícil, también existen ejercicios para hacer en el propio asiento y que ayudan significativamente.
El especialista de Clínica Las Condes añadió que hay otros factores que aumentan los riesgos de sufrir este mal durante un viaje de larga duración como por ejemplo el embarazo, estar afectado de cáncer, el uso de algunas hormonas e incluso una cirugía cercana en el tiempo.
De ahí que las precauciones, dijo el experto, deben aumentar y recurrir al uso, por ejemplo, de medias elásticas que ayudan a una buena circulación de la sangre, o bien la ingesta de algunos medicamentos como la heparina, conocida normalmente por ser anticoagulante.
Virus Zika, fiebre amarilla y el mal de altura
El especialista del Centro de Medicina del Viajero de Clínica Las Condes también se refirió a las vacunas que el turista debe tener al momento de viajar a ciertos destinos.
Es el caso, por ejemplo, de quienes viajan a África o el Sudeste Asiático, que por norma deben inocularse contra la fiebre amarilla. El doctor Acuña comentó que quienes no tengan esta vacuna corren incluso el riesgo de no poder abordar el vuelo.
“El típico viaje hacia África es a través de Sao Paulo y si uno quiere tomar el avión desde Sao Paulo a Johannesburgo tiene que demostrar que tiene la vacuna contra la fiebre amarilla. La vacuna necesita de indicación médica ya que es un virus vivo y tiene algunas contraindicaciones”, relató el especialista.
Añadió que hay otras inoculaciones que también se hacen necesarias dependiendo del destino y objetivo del viaje. Entre ellas mencionó “las vacunas del tétano, la hepatitis y de la tifoidea que se recomiendan no solo por el lugar dónde van, sino también por las actividades que se realizarán en el viaje. Es muy distinto un grupo que va a la India a encerrarse a una oficina que quienes van al mismo destino pero a recorrer o hacer trabajos solidarios, ya que eso los pone en contacto con más personas y con enfermedades que no existen acá en Chile”, detalló el médico de Clínica Las Condes.
Respecto del mal de altura, el doctor Guillermo Acuña dijo que quienes quieran visitar lugares que están arriba de los 3 mil metros sobre el nivel del mar intenten llegar a ese punto de manera pausada y haciendo escalas mientras se asciende. De lo contrario, dijo, corren el riesgo de sufrir de “un edema cerebral -dolor de cabeza muy intenso- o un edema de pulmón”. En este caso, dijo, las precauciones deben ser aún mayores con personas que presentan problemas cardiovasculares o tengan una edad avanzada.
Respecto de los cuidados que se deben tener con el Zika, especialmente quienes viajan al Caribe, el doctor explicó que este es un virus que normalmente no genera mayores complicaciones en el ser humano. No obstante, dijo, esta condición cambia radicalmente si afecta a una persona embarazada ya que puede dañar el desarrollo normal del feto.
Si bien en la mayoría de los casos no se presentan síntomas, de existir dudas, dijo, lo más recomendable es acudir a un centro asistencial y pedir un diagnóstico médico.