SANTIAGO.- No solo de fútbol vive la industria turística de Rusia, ya que a la espera que se inicie la próxima Copa del Mundo programada para junio de 2018, ciudades como Moscú y San Petersburgo ofrecen a los viajeros una amplia oferta de actividades culturales y que, por estos días, hace referencia a los 100 años de la revolución de 1917 que llevó a los bolcheviques al poder.
Un siglo ha pasado de aquel levantamiento y los rusos aún están divididos en torno a las repercusiones de aquellos hechos y de ahí que no existan actos oficiales. No obstante, el hito histórico es recordado con sendas exposiciones en museos y universidades.
El vocero de Vladimir Putin para temas culturales, Mikhail Shvydkoy, fue más claro para explicar esta situación al diario The New York Times: "Para un grupo de gente la revolución fue la sentencia de muerte de la Gran Rusia, el momento en que se detuvo nuestro desarrollo en Europa. Pero para muchos otros, el pasado soviético fue el mejor momento de sus vidas. Putin trata de unir el país y cualquier celebración por parte del Estado ahondaría esa división", dijo el portavoz.
Primeras aproximaciones
Destino imperdible para quienes quieran saber un poco más de ese evento histórico es recorrer la popular Plaza Roja de Moscú donde podrá visitar el mausoleo que resguarda el cuerpo embalsamado de Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin y principal líder de la llamada Revolución de Octubre de 1917.
Los vestigios de aquel evento político social, que marcó los destinos del mundo en las décadas siguientes, también se pueden encontrar en estaciones de metro o iglesias de Moscú. Por ejemplo, la figura de Lenin aún está presente en la estación Oktyabrskaya del tren subterráneo, mientras que el derrocado zar Nicolás II es recordado en los templos ortodoxos luego que fuera canonizado como un santo mártir.
Más allá de estos puntos imperdibles de la capital rusa, también se han organizado exposiciones y eventos que hacen referencia a los hechos de aquellos años. Por estos días, por ejemplo, se recomienda visitar el Centro Panruso de Exposiciones donde existe una muestra permanente denominada “Rusia, mi historia” y que en 18 salas narra el complejo recorrido que ha vivido esta nación.
También existen otras muestras cuyo tema central es la Revolución de Octubre y que resaltan en la oferta cultural de la capital rusa. Una de ellas es la que se realiza en la Galería Estatal Tretyakov, en el salón dedicado al arte moderno, donde se expone la muestra llamada “Somebody called 1917”.
Otra posibilidad es recorrer la exposición llamada “1917 The Code of Revolution” que se presenta en los pabellones del Museo Estatal Central de Historia Contemporánea de Rusia (otrora Museo de la Revolución) y que recorre los principales eventos acaecido hace 100 años y a sus principales actores.
En San Petersburgo
Como era de esperar esta bella ciudad tampoco se queda atrás en torno a las actividades de conmemoración del levantamiento de 1917. Es lo que ocurre con el Museo Hermitage que ha organizado una gran muestra denominada "la toma del Palacio de Invierno" (Storming of the Winter Palace) y que recopila distintas exposiciones que a lo largo del año han hecho referencia a esos hítos históricos.
Entre ellas destaca "Dos ministerios y la revolución", exposición que ocupa las dependencias de lo que alguna vez fue el foro del edificio del Estado Mayor y que en la época zarista fue usado como oficinas de los ministerios de Relaciones Exteriores y Finanzas.
No obstante, especialistas aseguran que el mejor evento relacionado a las conmemoraciones de la Revolución de Octubre es la exposición denominada “El Palacio de Invierno y el Hermitage en 1917", la que recorre los últimos momentos de los zares en Rusia con la abdicación de Nicolás II, la revolución de febrero de 1917, el nuevo gobierno de Kerensky, su caída y la revolución de octubre encabezada por Lenin y los bolcheviques, todos eventos que fueron el preludio de la guerra civil que se extendió hasta 1922. La muestra estará abierta hasta fines de enero de 2018.
Al recorrerla, el visitante podrá ver, por ejemplo, la carta de abdicación del zar, los diarios personales del zar y su esposa, algunos juguetes de sus hijos, carteles revolucionarios de la época y artículos confeccionados por el joyero Fabergé para el ejército y los hospitales.