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Big Data: Cómo el uso de la tecnología puede ayudarnos a mejorar la atención de salud pública y privada

Hoy, si un usuario de la salud privada tiene un accidente llega “en blanco” a ser atendido por los servicios de urgencias, lo que es muy peligroso, sobre todo para personas que tienen alergias o están bajo un tratamiento.

28 de Noviembre de 2017 | 16:53 | Emol
SANTIAGO.- ¿Se imagina ir al médico y que él supiera, sin preguntarle, cuáles han sido sus patologías anteriores, sus alergias y los tratamientos que hoy está siguiendo?

Aunque no lo crea, esto ya está disponible para más de 8,5 millones de chilenos de la red pública de salud. Por ello, el médico José Fernández, gerente clínico de Rayen Salud, conversó con Emol TV para explicar cómo potenciar el uso de las tecnologías de la información en el ámbito sanitario.

Fernández fue claro, la salud pública del país tiene un alto nivel de informatización. Esto se debe a que su implementación se llevó a cabo mediante una política de estado, que desde 2006 ha sido abordado por los distintos gobiernos.


Fue en ese entonces que Rayen Salud, empresa nacional de tecnología de la información para la salud, comenzó a sistematizar las fichas clínicas de millones de usuarios con múltiples fines, que van desde el evitar errores de diagnóstico y medicación, hasta la reducción de las listas de espera.


Hoy, nos cuenta el Fernández, que el 80% de los usuarios de la salud pública y el 50% de los hospitales públicos tienen registro clínico electrónico, con la gran ventaja de interoperabilidad entre los recintos de esa red.


Clave: La interoperabilidad

Es que -si bien la ficha electrónica está hace mucho tiempo en clínicas privadas- esta información no se comparte, no es interoperable. Así, si surge una emergencia o un accidente y somos atendidos en otro recinto asistencial, llegamos, literalmente en blanco.

“El médico no sabe qué medicamentos tomamos, qué patologías hemos tenido o, incluso qué alergias tenemos”, señala el gerente clínico de la empresa chilena, quien explica que esto es incluso potencialmente peligroso, sobre todo si el paciente está inconsciente.
Por eso, para él, la autoridad tiene que poner foco en potenciar la interoperabilidad entre los sistemas de salud, sean privados o públicos, lo que incluso podría permitir el desarrollo de políticas públicas en tiempo real.


Por que si bien Chile hoy es un referente en el uso de tecnologías administrativas dentro de la región, aún falta mucho por hacer para tener un sistema que permita cubrir a toda la población. La tecnología está disponible, por lo que es fundamental seguir promoviendo el trabajo colaborativo público-privado para seguir teniendo resultados en esta materia. Del mismo modo, fue enfático en señalar: “La tecnología sin un sentido social, pierde su foco”.

Por ejemplo, dice Fernández, con un sistema interoperable podríamos detectar de manera fácil y rápida brotes de alguna enfermedad, y no esperar días o semanas a que la ocurrencia sea tan alta que los servicios de salud empiecen a darse cuenta de que está ocurriendo.


Otra cosa que se podría hacer es generar un sistema eficiente que recuerde directamente a los usuarios las horas que tienen asignadas. Allí destacó las herramientas de contactabilidad y la prevalencia de los Portales de Salud, explicando que hoy la Salud Pública ya cuenta con un portal personal al que ya tienen acceso más de 50 mil beneficiarios Fonasa.
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