SANTIAGO.- El Castillo de Windsor, ubicado a poco más de una hora de Londres, es una de las residencias oficiales de la reina Isabel II. Con 900 años, es uno de los castillos en uso más antiguos y grandes del mundo.
El entorno del castillo alberga la capilla St. George, el lugar que fue escogido por el príncipe Harry y su novia, la actriz Meghan Markle, para contraer matrimonio en mayo de 2018.
Según explicó ayer Jason Knauf, secretario de comunicaciones del hijo menor de Carlos y la fallecida Diana, Windsor es un lugar "muy especial" para Harry. Y claro, fue precisamente en la capilla de St. George donde el príncipe fue bautizado en diciembre de 1984, cuando tenía tres meses de edad.
También fue el lugar escogido por su padre para contraer matrimonio con Camilla Parker Bowles, hoy duquesa de Cornualles, en una discreta ceremonia civil en 2005, ya que ambos son divorciados.
Y un poco antes, en 1999, el tío de Harry, el príncipe Eduardo, eligió también St. George para su boda con Sophie Rhys-Jones.
Un lugar más íntimo
Meghan y Harry podrían haber elegido la Abadía de Westminster o la Catedral de St. Paul para celebrar su enlace. Sin embargo, además de ser especial para ellos, también eligieron St. George debido a que es un lugar más íntimo.
De hecho, la capilla del Castillo de Windsor tiene capacidad para albergar a 800 personas, bastantes menos que las dos mil que caben en Westminster.
St. George es un edificio de estilo gótico que data del siglo XV, y es el hogar espiritual de la Orden de la Jarretera, la orden superior de caballería británica establecida en 1348 por Eduardo III.
Su construcción comenzó en 1475 durante el reinado de Eduardo IV y concluyó en 1528, con Enrique VIII como monarca. Cuenta con una elaborada bóveda de abanicos de piedra, la que es considerada como una de las mejores del mundo, y hermosas vidrieras.
Su gran salón tuvo que ser restaurado luego de que un devastador incendio afectara al castillo en 1992.
En St. George están las tumbas de varios miembros de la monarquía británica, entre ellos la de Jorge VI, la princesa Margarita, y la reina Isabel, padre, hermana y madre respectivamente de la actual monarca; Enrique VIII y su tercera esposa, Jane Seymour; y el príncipe Jorge, duque de Kent.
Para casarse en St. George, Meghan y Harry tuvieron que pedir autorización a Isabel II, la que -por supuesto- se las otorgó.
