El Mercurio (imagen referencial)
LONDRES.- Conmoción han generado las declaraciones de un renombrado cirujano británico, quien confesó haber grabado sus iniciales en los hígados de sus pacientes durante operaciones de trasplantes.
Se trata del doctor Simon Bramhall (53), quien con un láser de gas argón -coagulador utilizado en las operaciones para evitar hemorragias-, dejó su firma "SB" en los órganos internos de al menos dos de sus pacientes -un hombre y una mujer- en presencia de sus colegas.
El cirujano se declaró ayer culpable de dos cargos de agresiones, aunque rechazó otros dos sobre haber causado daños físicos a sus pacientes.
Según ha informado la prensa británica, el caso quedó al descubierto en 2013 cuando otros médicos encontraron las iniciales de Bramhall en el hígado de una de sus víctimas, quien tuvo que volver a ser intervenida tras un trasplante.
"Sus acciones marcando los hígados de aquellos pacientes, de modo totalmente innecesario, fueron actos deliberados y conscientes", dijo Elizabeth Reid, especialista representante de la Fiscalía, agregando que "fue un abuso a la confianza que sus pacientes habían depositado en él".
The Telegraph señaló que Bramhall trabajó durante 12 años como cirujano de hígado, bazo y páncreas en el hospital Reina Isabel de Birmingham. También instruyó a estudiantes de medicina y supervisó a estudiantes de postgrado.
En 2010 el médico saltó a la fama luego de realizar un trasplante con un hígado que era trasladado por un avión privado que se accidentó. A pesar de que los ocupantes de la aeronave resultaron heridos, el órgano no sufrió daños y Bramhall pudo utilizarlo para salvar la vida de su paciente.
En 2013, cuando se descubrió que dejaba sus iniciales en los órganos de sus pacientes, el médico fue suspendido de su trabajo, pero el hospital lo reintegró en abril de 2014. Un mes después, él presentó su renuncia argumentando que se encontraba con un cuadro de estrés.
El médico será juzgado por el tribunal de Birmingham y su sentencia será dada a conocer el 12 de enero próximo.