SANTIAGO.- Los duques de Edimburgo, William y Kate, tuvieron una ajetreada semana, ya que tuvieron que cumplir con varios compromisos oficiales en el marco de su gira por países escandinavos.
La visita comenzó el martes en Suecia, donde se reunieron con varios miembros de la familia real local y conocieron lugares emblemáticos, como el Museo del Nobel y el Instituto Karolinska. También asistieron a una cena de gala en la residencia del embajador británico, y a un té privado junto a la princesa Victoria y su esposo, el príncipe Daniel.
Posteriormente, William y Kate emprendieron rumbo a Noruega, hasta donde llegaron el jueves por la mañana. Allí también sostuvieron encuentros con miembros de la familia real local y visitaron diversos lugares de interés. Asimismo, fueron invitados de honor en una cena de gala, y almorzaron en privado con el príncipe Haakon y su esposa, la princesa Mette-Marit.
Sin embargo, antes de regresar a Gran Bretaña, hoy los duques de Edimburgo se dieron un momento de relajo durante una visita a Holmenkollen, una zona de la ciudad de Oslo que alberga una enorme rampa donde cada invierno se celebra la competencia de salto de esquí. Mientras admiraban el hermoso paisaje, Kate formó una bola de nieve perfecta y se lanzó a su marido. "Hace demasiado frío para bolas de nieve", le dijo él.
El momento fue inmortalizado por los reporteros que estaban presentes.
Crédito: AgenciasLos duques de Edimburgo también se dieron el tiempo para calentar marshmallows en una fogata, junto a niños de una guardería local, y para visitar el museo del lugar.
Cabe recordar que Kate ya tiene siete meses de embarazo de su tercer hijo. Se espera que la duquesa dé a luz en abril próximo, un mes antes de que su cuñado, el príncipe Harry, se case con su novia Meghan Markle.
William y Kate también son padres de George y Charlotte, quienes este 2018 cumplirán cinco y tres años respectivamente.
