SANTIAGO.- Con el fin de crear conciencia y lograr una detección temprana, todos los
12 de marzo se conmemora el
Día Mundial del Glaucoma. Se trata de una
enfermedad visual, de evolución silenciosa, que en la actualidad afecta a
4.500 millones de personas a nivel mundial, cifra que, según prevé la
Organización Mundial de la Salud (OMS),
puede llegar a los
11 millones el 2020.
"Hay varios tipos de glaucoma, pero el más frecuente y de evolución silenciosa es el
Glaucoma Crónico (GC)", señala el
oftalmólogo Michel Mehech Hirane, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello, quien explica que "es una
enfermedad del nervio óptico por aumento de la presión intraocular, caracterizada por un daño progresivo de las fibras ópticas y pérdida del campo visual".
De acuerdo al especialista, uno de los mayores problemas de esta patología se debe a que es
"una enfermedad sin síntomas y la mitad de los
afectados por glaucoma crónico no saben que la tienen. En estados más avanzados la visión es tubular con gran reducción del campo visual".
Factores de riesgo y consecuencias
El docente de la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad Central, Gabriel Garay, aclara que el glaucoma es "una enfermedad neurodegenerativa del nervio óptico" y que entre los factores de riesgo está "la edad, presión intraocular elevada, diabetes, cefaleas migrañosas, miopía elevada, hipertensión arterial y la herencia".
En este sentido, señala que entre el "20 y el 30% de los glaucomatosos presentan, al menos un familiar afectado". También son más susceptibles "quienes hayan tenido un golpe o traumatismo en el ojo", detalla Garay.
La pérdida de visión causada por el glaucoma es irreversible. Sin embargo, en el 90% de los casos puede ser evitado con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado.
Cómo detectarla y tratamiento
Al ser una enfermedad asintomática, se estima que en Chile más de 160 mil personas no saben que la padecen, por lo tanto su detección temprana es fundamental. Una visita anual al oftalmólogo (en especial a partir de los 40 años) con el fin tomarse la presión ocular es la mejor forma de prevenir su aparición.
Para enfrentar el glaucoma, el experto óptico de Rodenstock, José Pablo Pérez, recomienda las gotas medicinales (colirio), ya que éstas reducen "la presión ojo, logrando aminorar la producción de humor acuoso y mejorando el flujo a través del ángulo de drenaje".
Por otro lado, indica que la cirugía, comúnmente llamada Trabeculectomía, es "necesaria solo para algunos pacientes". "La mayoría de los tratamientos están dirigidos a controlar la enfermedad, pero debemos tener en cuenta que el daño del glaucoma es irreversible y todos los tratamientos se orientarán a frenar su progresión, ralentizando el deterioro progresivo del nervio óptico y la pérdida del campo visual", concluye Pérez.