Rick Martin trabajó en la escuela como conserje y le era difícil ver que el gimnasio del recinto llevaba el nombre de su abusador.
AP
SANTIAGO.-
Karl Ward murió hace mucho tiempo, pero hace poco quedó en evidencia que el otrora
venerado superintendente escolar en un pequeño pueblo pesquero del sureste de Alaska,
no era el educador benévolo que todos pensaban.
A fines de marzo y
poco antes de quitarse la vida, Rick Martin, un habitante de Haines,
grabó un video con su teléfono celular
en el que sacó a la luz un oscuro secreto: Ward había abusado de él durante décadas.La grabación dio pie para que
al menos otras cinco personas aseguraran haber sufrido los mismos vejámenes, confirmando así los
rumores que durante mucho tiempo habían existido silenciosamente.
Rick Martin
explicó gráficamente en el video lo que Ward le había hecho, y ahora
su viuda, Rene, quien se desempeña como directora en Haines,
sacó la voz con el objetivo de iniciar una conversación sobre salud mental y abuso.
La culpa "necesita vivir solo con ese hombre", dijo Rene.
Ward trabajó en el distrito escolar durante más de 20 años, incluso como superintendente en las décadas de 1960 y 1970, según informó Chilkat Valley News. Murió en 1997 y su viuda está en un centro para la tercera edad.
Stephanie Pattison, la enfermera administradora del recinto, señaló que la mujer le pidió que le dijera a la gente que estaba "en estado de shock y que está de luto por la vida que pensaba que tenía".
Por su parte, Heath Scott, jefe de la policía, declaró que no tiene motivos para dudar de las acusaciones, pero aclaró que no hay nada que investigar, ni razones para sospechar de algún tipo de encubrimiento. Él confirmó que Martin hizo las acusaciones de abuso en el video.
Secreto a voces
Los hombres que desde la muerte de Martin han revelado los abusos que sufrieron a manos de Ward cuando eran adolescentes, hablaron con Kyle Clayton de Chilkat Valley News, quien revisó los anuarios y llamó a docenas de personas para ubicar a las presuntas víctimas.
"Tenía que encontrar a todos. Nadie se acercó a mí", señaló Clayton.
Una vez que uno de los hombres, Craig Loomis, habló con Clayton sobre su supuesta experiencia con Ward, otros comenzaron a hablar.
"De alguna manera comenzó a caer como fichas de dominó", dijo Clayton.
Loomis le dijo al periódico que Ward invitaba a los estudiantes a su casa y les ofrecía alcohol. En una visita, Ward "lo tocó de manera inapropiada", dijo Loomis.
"Debería haber dicho algo hace 30 o 40 años", dijo Loomis. "Quienes han estado sufriendo, no sabemos cómo serían su vidas si hubiésemos dicho algo", agregó.
Algunos de los 1.740 residentes de Haine dijeron al periódico que habían escuchado acusaciones sobre Ward.
Otros, en tanto, vieron a Ward como un hombre digno de homenajear. Alan Heinrich, un ex director de la escuela, no hizo ningún comentario sobre los informes.
Robert Brouillette declaró que le dijo a un profesor que Ward lo había tocado, pero que este no hizo nada, informó el periódico.
Rene Martin indicó que su esposo una vez le contó a su padre que Ward había tratado de tocarlo. Sin embargo, su padre lo justificó señalando que eran nativos y que no había nada que pudieran hacer al respecto, declaró a la radio KHNS.
Más tarde Rick Martin trabajó en la escuela como conserje y le dijo a su esposa que era difícil ver un cartel en homenaje a Ward fuera del gimnasio, informó la estación.
La gerente del distrito, Debra Schnabel, sostuvo que tal como ha ocurrido con el movimiento Me Too, lo ocurrido en Haines son situaciones de las que hace 30 años no era posible hablar.
"Creo que estamos contentos con el hecho de que podemos, en este punto de nuestras vidas, sacarlo a la luz y usar el conocimiento de que tenemos que tratar de mejorar las cosas para todos", agregó.
Según Clayton, ahora muchos habitantes parecen aliviados y reciben ayuda de funcionarios locales para ser asesorados por los servicios disponibles. Alaska tiene una alta tasa de acoso y abuso sexual, y las autoridades dijeron que las noticias recientes pueden haber provocado a algunos residentes recuerdos dolorosos de abusos pasados.
Por su parte, la junta escolar ofreció disculpas públicas, diciendo que el distrito debe aprender de esta "situación desgarradora". "No podemos seguir aceptando una cultura de silencio sobre el abuso sexual", dice la declaración.
La placa fuera del gimnasio que lleva el nombre de Ward fue eliminada, aunque aún no se ha decidido si se cambiará el nombre de la instalación.
En tanto, Rene Martin no quiere que nadie tome la misma decisión que su esposo.
"Espero que esto nos lleve a tener conversaciones honestas sobre la salud mental y el abuso, y cómo debemos apoyar a las personas y ser honestos y enfrentar las verdades, incluso si son duras y feas", dijo.
