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Abuelos de EE.UU. se acercan a la marihuana en busca de alivio para las dolencias de la edad

Cansados de los efectos secundarios que provocan los múltiples fármacos que toman, mucha gente de la tercera edad estadounidense se ha interesado en el uso de cannabis.

29 de Junio de 2018 | 09:56 | AFP
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Los efectos de la marihuana terapéutica varían si se trata de un producto comestible como galletas o gomitas, o una crema, explican los entendidos.

AFP
LOS ANGELES.- Se habla ya de una tendencia, el “boom” del uso de la marihuana entre los abuelos estadounidenses. Tanto así, que –tras su legalización en varios estados del país- ya son frecuentes las presentaciones de productos elaborados del cannabis en casas de retiro para la tercera edad. El objetivo parece ser netamente médico, y apaciguar con esta planta las dolencias que llegan con la edad.

"Llegan en tropel con curiosidad e interés, buscando alivio del dolor y problemas de sueño", explicó Marta Macbeth, que trabaja en una consultora especializada en la tercera edad en California, donde la marihuana recreativa es legal desde enero y tiene el mayor mercado del país de cannabis legal.

La propia Macbeth, de 63 años, usa cannabis para tratar su ciática e insomnio. Y aseguró que el interés de la clientela de más edad se centra en tinturas, aerosoles, productos comestibles y tópicos como lociones y aceites hechos de marihuana, los que proporcionan alivio para una alta gama de dolencias sin tener los efectos sicotrópicos normalmente atribuidos a la droga.

"Tuvimos una presentación por estos días en San José (al norte de California) y había 400 personas esperando para entrar. Estábamos desbordados", señaló Macbeth.

Según varios estudios, la tercera edad es la franja de la población usuaria de cannabis que más crece en Estados Unidos. Si la tendencia continúa podrían superar a los más jóvenes en términos de consumo.

El uso de marihuana entre estadounidenses de 65 años en adelante ha subido 250% entre 2006 y 2013, según la encuesta nacional de uso de drogas y salud (NSDUH, del inglés). Asimismo, otro estudio determinó un incremento de 71% en el consumo entre adultos de más de 50 años entre 2006 y 2016.

No se trata de drogarse




En California, uno de los 29 estados donde la marihuana terapéutica es legal, la industria proyecta que el negocio llegará a 6.500 millones de dólares para 2020.

Los expertos consideran que la gente mayor está recurriendo a la yerba para tratar una serie de dolencias, desde la artritis hasta la neuropatía, el insomnio y el dolor crónico, y para evitar los efectos secundarios asociados con los medicamentos recetados, incluidos los opiáceos.

"Algunos ancianos toman 20 pastillas diferentes al día y muchas veces estas drogas tienen un impacto", destacó Beverly Potter, autora de "Cannabis for Seniors", un libro que ayuda a los ancianos a entender este nuevo mercado.

Potter, que habla con frecuencia en eventos, advierte siempre que la marihuana -ilegal a nivel federal- es una droga de referencia para todas las dolencias, especialmente porque hay poca investigación médica. Pero cree firmemente en el cannabis como alternativa a los analgésicos tradicionales o los medicamentos para dormir, que pueden dejar a los pacientes con úlceras sangrantes o adictos. "Comienza con poco y ve despacio" es el consejo que Potter da a los interesados en consumir. "No se trata de drogarse, sino de aprender a estudiar tu cuerpo".

Los efectos de la marihuana terapéutica varían si se trata de un producto comestible como galletas o gomitas, o una crema, explica.

El miedo los estigmas alrededor del cannabis




Barbara Blaser, jefa de servicios médicos de un dispensario en el norte de California, explicó que sus clientes no están tratando de recuperar la juventud sino de ganar calidad de vida.

"Me dicen: 'Solo quiero poder trabajar en el jardín sin que me duelan las rodillas'", indicó esta enfermera de 72 años y 50 de experiencia, que empezó a consumir tras una seria enfermedad y terminó siendo una activista. "Si se usa adecuadamente, puede cambiar tu vida".

Blaser, además, considera que a medida que vaya cayendo el estigma social sobre la marihuana, más se convertirá en alternativa.

Está el caso de Kyle Johnson, de 68 años, que supo del cannabis por su vecina Mary Lou Molinaro en su asilo en Brentwood, al norte de San Francisco. "Comenzamos el club en marzo y en la primera reunión había 160 personas, pero estaban preocupados de que la gente se enterara", dijo Johnson, que usa la sustancia para aliviar su dolor de espalda y su insomnio.

Según indicó, ahora es todo lo contrario, aunque aún hay gente que cree que consumir cannabis es drogarse. "Les digo: 'Mírame, ¡¿te parezco que ando drogada?!", exclama. "Si usas el producto adecuado encontrarás alivio, no una volada".
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