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"Para algunos, era solo una drogadicta": Conmovedor obituario refleja la crisis de los opioides en EE.UU.

"Si está leyendo esto con criterio, edúquese acerca de esta enfermedad, porque eso es lo que es. No es una elección o una debilidad", escribió una mujer sobre la muerte de su hermana de 30 años, que luchó gran parte de su vida contra su adicción a las drogas.

31 de Octubre de 2018 | 13:33 | Redactado por Ángela Tapia F., Emol
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Al nacer su hijo, trató de no consumir drogas, pero recayó y perdió la custodia. El hecho fue descrito por su hermana como algo "insoportable" en la vida de la fallecida.

Captura Sevendaysvt.com
SANTIAGO.- Madelyne Linsenmeir era madre, hermana, hija, amiga, pero también adicta a las drogas. La mujer de Vermont, EE.UU., murió a los 30 años el 7 de octubre, y el obituario que su hermana Kate O'Neill (46) escribió en su honor, pidiendo borrar los estigmas hacia las personas que batallan contra la drogadicción, conmovió a cientos de personas. Y de paso, mostró la realidad de su país ante el gran número de personas que consumen opioides.

"Es imposible capturar a una persona en un obituario, y especialmente a alguien cuya vida adulta fue definida en gran medida por la adicción a las drogas. Para algunos, Maddie era solo una drogadicta: cuando notaron su adicción, dejaron de verla", escribió la mujer para un periódico local, Seven Days.

Allí, la hermana cuenta que Madelyne tuvo una vida que podría catalogarse como normal, destacando en su adolescencia por su buena voz para el canto y por el deporte. Pero cuando tenía 16 años, "probó OxyContin (oxicodona, potente analgésico opioide) por primera vez en una fiesta de la escuela secundaria, y así comenzó una relación con opiáceos que la dominarían el resto de su vida".

La llegada de su hijo Ayden, hoy de 3 años, hizo que se esforzara por mantenerse limpia de drogas, "pero ella recayó y finalmente perdió la custodia", comentó Kate, agregando que el hecho se hizo "insoportable" para Madelyne.

(Captura Sevendaysvt.com)

"Especialmente en los últimos dos años, su enfermedad la llevó a lugares de increíble oscuridad, y esta oscuridad se agravó, ya que cada cosa indescriptible que le sucedía y cada cosa horrible que hacía en nombre de su enfermedad, aumentaba exponencialmente su dolor y vergüenza", añadió.

"Si está leyendo esto con criterio", dijo en el obituario, "edúquese acerca de esta enfermedad, porque eso es lo que es. No es una elección o una debilidad. Y es muy probable que alguien que conozca tenga problemas, y esa persona necesita y merece su empatía y apoyo".

Las palabras de Kate fueron agradecidas por muchos lectores, sobre todo por aquellos que pasan por una situación similar a la de Madelyn o que ven dolorosamente cómo algún familiar, muchas veces hijos, no logran salir de las drogas en un país como EE.UU., con 2 millones de personas adictas a los opioides, y con 72 mil muertes registradas por sobredosis solo el año pasado.

"Esperamos que esto ayude de alguna forma a reducir el estigma social de las adicciones", comentó Kate a la BBC. "(Maddie) se esforzó mucho y eso es lo que la gente no entiende. En Estados Unidos es muy difícil que la gente deje de consumir", alegó.

La mujer criticó que en su país "cualquier médico" puede recetar analgésicos altamente adictivos, pero que para obtener medicinas que ayuden a reducir la adicción, se requieren permisos especiales; y para ingresar a rehabilitación hay que pasar por procesos engorrosos o a veces, simplemente, no hay cupos.

La mujer afirmó que las autoridades y el sistema "le fallaron" a Madelyne "y continúan fallándole a los adictos".
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