El Mercurio (imagen referencial)
"Soy muy consciente del hecho de que es una inmensa intrusión que el Estado ordene a una mujer terminar su embarazo cuando ella no lo quiere (...) Tengo que decidir en sus mejores intereses, no en los puntos de vista de la sociedad", declaró la jueza Nathalie Lieven, al dar a conocer su decisión de ordenar a una joven de 20 años que padece discapacidad intelectual, interrumpir la gestación de su hijo, un caso que ha causado debate en Gran Bretaña.
La resolución fue adoptada el viernes pasado, luego de que el Servicio de Salud Británico (NHS, por su sigla en inglés), que está a cargo de los cuidados de la joven, se lo solicitara a la corte. Según informó The Guardian, tres especialistas (un ginecólogo obstetra y dos psiquiatras) consideran que el aborto es la mejor opción tomando en cuenta que la madre tiene una edad mental de entre 6 y 9 años.
En este sentido, la magistrada manifestó sus dudas respecto a si la joven entiende el significado de tener un hijo. "Creo que a ella le gustaría tener un bebé, de la misma manera que le gustaría tener una linda muñeca", afirmó.
La iglesia católica también entregó su opinión sobre el caso. "Forzar a una mujer a tener un aborto en contra de su voluntad y de la de sus familiares cercanos, infringe sus derechos humanos, sin mencionar el derecho de su hijo a vivir en una familia que se ha comprometido a cuidarlo", sostuvo John Sherrington, obispo de la diócesis católica de Westminster.
Abuela quiere cuidarlo
Aún no están claras las circunstancias en que la joven, cuya identidad se ha mantenido en reserva, quedó embarazada y la policía se encuentra realizando una investigación para determinarlo.
No obstante, tanto ella como su madre, una ex matrona, han manifestado su deseo de continuar con el embarazo y cuidar del niño.
Sin embargo, la jueza Lieven argumentó que si eso ocurre, la joven -quien presenta trastornos de estado de ánimo y de aprendizaje- no podría vivir con ellos.
Otra alternativa es que el recién nacido sea dado en adopción, pero a juicio de la magistrada eso podría ser quizás todavía más traumático para la joven.
Así, de acuerdo a la jueza Lieven, la mejor opción sería el aborto.
Pero todavía no está todo dicho en este caso. Esto porque luego de que la madre de la joven con discapacidad intelectual apelara a la orden de interrumpir la gestación, el lunes tres jueces revocaron la decisión.
Los magistrados señalaron que darán las razones de su resolución en una fecha posterior.
Cabe recordar que según la legislación británica, los abortos pueden realizarse hasta la semana 24 de embarazo.
