Desde 2015, cada 4 de septiembre se celebra el
Día Nacional del Vino como una forma de reconocer su importancia económica para el país y, al mismo tiempo, para recordar su valor histórico que representa la
identidad nacional en Chile y en el extranjero.
Este día, declarado como
Ley hace cuatro años, tiene como finalidad reconocer un producto que forma parte de la
cultura tradicional y que se constituye como atracción turística para visitantes extranjeros, además de destacar la industria vitivinícola chilena, la cual lidera a nivel americano y en el hemisferio sur.
"El vino chileno es
reconocido a nivel internacional por su calidad, constituyéndose en uno de los productos de exportación con mayor presencia fuera de nuestro país", describe el decreto que lo declara oficialmente como día nacional.
Según un estudio realizado por Euromonitor International (2016), el consumo de vinos en Chile registró su mayor crecimiento en 14 años, tras superar los
257 millones de litros. Así, en el país se consumió 7% más de vino que en 2015, período en que se bebieron más de 240 millones de litros.
Una bebida tradicional que, sin duda, durante el mes de septiembre aumentará su consumo con la celebración de las
Fiestas Patrias. Es por esto que
Sebastián Barrios, chef instructor de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, se refiere a algunos beneficios y verdades que existen en torno al vino.
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Es más beneficioso que otros alcoholes: si se compara con los destilados, el aporte de alcohol es mucho menor. En Chile para que una bebida sea denominada vino, la norma exige que tenga entre 11,5° y 14,9° de alcohol, todo esto se cumple siempre bajo el prisma del
consumo moderado.
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Posee propiedades antioxidantes y anti inflamatorias: cuenta con gran cantidad de polifenoles y antocianos, que tienen directa incidencia en las propiedades antioxidantes, ya que una vez metabolizados generan la prevención del envejecimiento celular.
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Tiene menos calorías que los otros alcoholes: el aporte calórico va a depender de la cantidad de azúcar residual por litro que aporta el alcohol. Para entender más cabe mencionar que para lograr un grado de alcohol en el proceso de la fermentación, se utilizan 17 gramos de azúcar, por lo tanto, a mayor grado de alcohol, mayor concentración de azúcar y mayor aporte de Kcal.
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Es bueno el consumo de una copa diaria: lo afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero siempre en su justa medida y se puede ver a nivel cultural en Europa, ya que es mucho mejor consumir una copa de vino en el almuerzo, que acompañarlo de una bebida azucarada.
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El vino tinto provoca dolor de cabeza: todos los vinos, blancos o tintos y, según la tolerancia del consumidor y en porciones excesivas, pueden provocar dolor de cabeza. Además, hay que considerar que los vinos al estar expuestos a la oxidación, se ocupa en su proceso productivo un químico conservante llamado anhídrido sulfuroso, el cual en conjunto con el etanol son los responsables de provocar el dolor de cabeza y otras reacciones como alergias o trastornos digestivos.
