La
ley que prohíbe tirar colillas al suelo en Portugal, que entró hoy en vigor,
prevé multas de entre 25 (unos $22.900) y 250 euros (unos $229.000), según decidió el Parlamento luso.
Además,
la nueva medida -impulsada por el partido de las Personas, Animales y Naturaleza (PAN)-
contempla sanciones económicas de entre 250 (unos $229.000) y 1.500 euros ($1.800.000 aproximadamente) para aquellos restaurantes, espacios comerciales o plataformas de transporte público que
no coloquen ceniceros para que los fumadores puedan depositar las colillas.
Además,
las empresas serán responsables de la limpieza de dichos entornos en un radio de cinco metros.
La ley va más allá y las empresas productoras deben
promover el uso de materiales biodegradables en la fabricación de filtros de tabaco.
El Gobierno luso contempla, a través de esta ley, el desarrollo de
campañas de sensibilización para los fumadores y la colocación de ceniceros en paradas de transportes públicos.
A finales del año pasado comenzó la fase de adaptación de la ley y desde hoy, con la entrada en vigor, ya serán posibles las sanciones económicas.
En Portugal, según el preámbulo de la ley, las colillas son responsables del 30% de los incendios y es el residuo más habitual que llega a las zonas costeras, ya que
cada minuto son arrojadas al suelo un total de 7.000 colillas.