The Evening Standard / Captura
El príncipe Harry y su esposa Meghan pidieron el fin del "racismo estructural", diciendo que
frena a los jóvenes de color, en su última incursión en temas políticamente sensibles que la familia real británica suele evitar.
En una entrevista para el periódico The Evening Standard,
Harry dijo que Gran Bretaña podría ser un lugar mejor si la gente blanca entendiera más sobre aquellos "de piel de diferente color".
"Mientras exista el racismo estructural, habrá generaciones de jóvenes de color que no comenzarán sus vidas con la misma igualdad de oportunidades que sus pares blancos", escribió la pareja en un artículo para el periódico.
Los duques de Sussex han hecho varios comentarios sobre cuestiones raciales desde que dejaron sus roles como miembros trabajadores de la familia real a fines de marzo, y se trasladaron primero a Canadá y luego a Estados Unidos.
Harry, de 36 años, dijo al Standard que
se había dado cuenta de los problemas que enfrentan los negros y otras minorías étnicas desde que conoció a Meghan, cuyo padre es blanco y su madre es afroamericana.
"
No estaba al tanto de muchos de los problemas, y tantos de los problemas dentro del Reino Unido y también a nivel mundial.
Pensaba que sí, pero no", declaró. Y luego agregó:
"Cuando vas a una tienda con tus hijos y solo ves muñecos blancos, piensas siquiera:' Eso es raro, ¿no hay un muñeco negro ahí? '. Y lo utilizo como un ejemplo de cómo nosotros, los blancos, no siempre tenemos la conciencia de lo que debe ser para otra persona de un color de piel diferente, de piel negra, estar en la misma situación que nosotros, donde el mundo que conocemos ha sido creado por gente blanca para gente blanca".
"No se trata de señalar con el dedo, no se trata de culpar. Seré la primera persona en decir que esto se trata de aprender", agregó.
"Y sobre cómo podemos mejorarlo. Creo que
es un momento realmente emocionante en la cultura británica y la historia británica, y en la cultura mundial", agregó Harry, quien es nieto de la reina Isabel II y sexto en la línea de sucesión al trono.