Un pasajero que entró en pánico momentos antes de que su vuelo despegara de un aeropuerto de Nueva York,
abrió la puerta de emergencia del avión y utilizó el tobogán para salir junto a su pareja y la mascota que llevaban, un cachorro de Gran Danés.
El aparatoso incidente se produjo alrededor de las 11:00 horas locales el lunes cuando
Antonio Murdock y Brianna Greco se encontraban a bordo de un avión de la compañía Delta Air Lines
a punto de despegar del aeropuerto de LaGuardia, que da servicio a Nueva York, con destino a Atlanta.
Al parecer,
Murdock, presa del pánico, abrió la puerta de emergencia situada en la cabina delantera,
activó el sistema de apertura del tobogán y saltó con su pareja y el perro, señaló el canal NBC6 South Florida.
Morgan Durrant, portavoz de la compañía, explicó que,
tras el suceso, el aparato tuvo que regresar a la puerta de embarque, y los pasajeros fueron transferidos y acomodados en otros vuelos.
Según testigos,
la pareja había cambiado de asiento en varias ocasiones hasta que un asistente de vuelo les ordenó que permanecieran sentados para el despegue del avión. Fue entonces que Murdock se puso de pie y, muy alterado,
le dijo al asistente que sufría de estrés postraumático.
Murdock, de 31 años, y Greco, de 23,
fueron detenidos en el aeropuerto y acusados de cargos menores.
"Tengo ansiedad y depresión", señaló Murdock a un tribunal.
"Fue un ataque de pánico (...) Les pedí tres o cuatro veces que me dejaran salir. Dijeron que iban a detener el avión y nunca lo detuvieron, y
llegué al punto en el que me sentía mareado", explicó según publicó el New York Post.
Asimismo,
aseguró que nunca quiso cometer un delito y que al abrir la salida de emergencia, pensó que era una puerta normal. "No cometí un crimen.
Tengo problemas de salud mental (...) La gente comete errores", señaló.
Aunque el fiscal Robin Kwalbrun pidió que Murdock quedara detenido bajo fianza, finalmente el juez Toko Serita
lo liberó y emitió una orden de protección para evitar que se ponga en contacto con el asistente de vuelo al que pidió que lo dejara salir.
La pareja tras ser liberada. Crédito: New York Post / Captura.
