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Muerte de un ex gendarme permitió aclarar uno de los casos policiales abiertos más antiguos de Francia

François Vérove se quitó la vida esta semana, luego de que fuera citado a declarar ante un juez instructor. Dejó una carta confesando sus crímenes.

01 de Octubre de 2021 | 12:16 | AFP / EFE / Editado por M. Francisca Prieto, Emol
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EFE (imagen referencial)
La policía resolvió uno de los casos abiertos más antiguos en Francia, el de la violación y el asesinato de una niña en París, al identificar 35 años después a su autor: un ex gendarme que se quitó la vida esta semana.

El jueves por la noche, la Fiscalía de París confirmó que François Vérove, de 59 años, era el violador y asesino en serie buscado desde los años '80 y cuyo cadáver se halló en Grau-du-Roi, cerca de Montpellier (sur).

El hombre apodado el "Picado" ("le grelé"), después que el retrato robot de la época mostrara a un joven con marcas de acné, era sospechoso de "cinco crímenes cometidos entre 1986 y 1994", según la misma fuente.

En concreto, se le atribuye el asesinato y la violación de Cécile, de 11 años, en el estacionamiento subterráneo del inmueble en el que la niña vivía en el noreste de París en mayo de 1986, uno de los casos abiertos más antiguo.

A François Vérove se le imputa también el estrangulamiento de una pareja en el barrio parisino del Marais en 1987, así como el asesinato de Karine Leroy, de 19 años, en 1994, según el diario Le Parisien.

El hombre se quitó la vida cuando los investigadores estrecharon el cerco sobre él. El juez instructor había convocado para interrogar en los últimos meses a 750 gendarmes que ejercían en la región de París cuando tuvieron lugar los hechos.

Según el Ministerio Público, François Vérove figuraba en la lista y estaba citado para el miércoles, pero su esposa declaró su desaparición el 27 de septiembre y dos días después se halló su cuerpo en Grau-du Roi.

Las pruebas practicadas revelaron que su ADN coincide con el hallado en varias escenas del crimen, agregó la fiscal de París, Laure Beccuau.

El hombre, que abandonó la gendarmería en 1988 para convertirse en policía, habría dejado una carta confesando los crímenes, confirmaron a la AFP fuentes cercanas al caso.

Según varios medios, en la misiva este padre de familia reconoció que se sentía perseguido por la policía y evocó sus "pulsiones pasadas", aunque aseguró no haber "hecho nada desde 1997". No citó ni las víctimas ni las circunstancias.

"Parece increíble", reaccionó Didier Seban, abogado de las familias de tres víctimas de Vérove, quien lamentó que "el criminal se marchó con sus secretos".

"Vamos a pedir a la Justicia que siga investigando para saber si ha podido tener cómplices y para determinar el número de víctimas que pudo causar", dijo Seba a la emisora Fran Info.
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