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Cortar el frenillo a los bebés para que mamen mejor: El controvertido procedimiento que está de moda en varios países

La frenectomía lingual está siendo cada vez más solicitada por los padres, pero desde el mundo médico afirman que "es agresivo y potencialmente peligroso".

03 de Mayo de 2022 | 16:23 | AFP / Editado por N. Ramírez
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La operación consiste en cortar, con un escalpelo o un láser, el frenillo situado en la parte inferior de la lengua.

El Mercurio (Imagen referencial)
El procedimiento dura un segundo y se hace con un escalpelo o un láser. El objetivo es cortar el frenillo situado en la parte inferior de la lengua del bebé, supuestamente para facilitar la lactancia.

Cada vez más padres piden esa intervención para sus hijos, una medida que los médicos consideran ineficaz.

"Cabe preguntarse sobre el aumento espectacular, en Francia y en todo el mundo, de la frenectomía lingual" en los bebés, alertó a fines de abril la Academia de Medicina francesa.

Al cortar ese diminuto apéndice debajo de la lengua, teóricamente el recién nacido puede mamar con más facilidad. Pero, en realidad, es "un gesto agresivo y potencialmente peligroso para los recién nacidos o los bebés", advierte la Academia de Medicina.

La moda "empezó probablemente en Estados Unidos y en Canadá y luego se extendió", comenta a AFP Virginie Rigourd, pediatra del hospital Necker en París, especializado en la atención a los niños.

En Australia el número de frenectomías se ha quintuplicado en los últimos diez años.

Una respuesta simplista


Según la doctora Rigourd, ese tipo de operación la llevan a cabo dos tipos de especialistas, sin un título médico propiamente dicho: los osteópatas y los consejeros de maternidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda oficialmente la lactancia materna, y algunos padres se toman ese consejo al pie de la letra. La lactancia puede ser dolorosa para las madres, durante largos meses.

"Hay un regreso a la lactancia, (pero) falta personal bien formado, así que hay un recrudecimiento de los problemas", advierte Virginie Rigourd.

Pero los especialistas que realizan esas operaciones también presentan otras supuestas ventajas a los padres inexpertos: evitar problemas de pronunciación o aparentes problemas digestivos. "Dejar ese frenillo restrictivo pone en peligro la lactancia y la salud, tanto de los bebés como de las madres", se puede leer en el sitio internet de una consultora en lactancia, que propone formación en línea por un centenar de euros.

Sin embargo, un informe de una organización independiente, Cochrane, señala que "no hay ningún estudio que haya podido demostrar que la frenectomía lingual permita una mejor lactancia a largo plazo".

Aún más inquietante es el hecho de que algunos padres se dejan convencer de la utilidad de esta pequeña amputación a pesar de que su recién nacido parece perfectamente capaz de mamar por sí solo.

Es el caso de Léa, una madre que consultó a una osteópata en París tras el nacimiento de su hijo en 2018, para un simple chequeo médico. La osteópata le sugirió practicar esa incisión para cortar un frenillo que consideraba "demasiado grueso". "Parecía algo preventivo", recuerda Léa, que al final optó por no realizar la operación, pero entiende que otros padres más aprensivos puedan caer en la tentación. "Siempre piensas en dar todo lo mejor para tu hijo, y si te dicen que hay que cortar el frenillo, incluso si no hay una razón para ello, lo haces", explica.
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