Desde hace décadas que Jimmy Muñoz recorre las calles al alba recolectando residuos, “pertenezco a una familia recicladora, mis abuelos fueron probablemente unos de los recicladores más antiguos de Chile. A los 22 años comencé mi emprendimiento como reciclador de base informal. Al igual que todos, inicié reciclando lo que encontraba en las calles, recolectando, seleccionando y vendiendo los materiales para obtener ingresos”.
Lo que comenzó para Muñoz como un oficio, hoy se ha transformado en un trabajo formal: “Hace cinco años pude acceder a un crédito que me permitió comprar mi primer vehículo, un mini camioncito 3 1/4. Desde este hecho, sumado a la certificación de competencias, el negocio aumento un 300% y logré transformarme en una microempresa formal de transporte de residuos”, explica.
Muñoz hoy cuenta con tres vehículos y es parte de un grupo de recicladores que presta servicios de recogida, transporte y disposición de papeles y cartones, plásticos, fierro, chatarras y desechos orgánicos para compostaje industrial e incluso residuos sólidos.
Así como Jimmy Muñoz, existen cientos de recicladores de base a lo largo de Chile que trabajan a diario recolectando, separando y comercializando, lo que para otros es basura. Son expertos en reciclaje que en muchos casos comenzaron por necesidad, sin políticas públicas y que hoy son una pieza clave para la gestión de residuos.
Esta labor, que cada día toma más relevancia para el cuidado del medioambiente, ha evolucionado de forma satisfactoria gracias a la certificación. Para Gonzalo Teca, quien trabaja desde 2014 como reciclador en Quellón, Chiloé, este último factor ha sido clave: “luchamos muchos años por la certificación. Fue sorprendente para nosotros y muy especial, porque así podemos seguir cumpliendo el sueño de aportar nuestro grano de arena en el reciclaje y el medioambiente”.
Junto con lo anterior, la profesionalización de este trabajo ha permitido que muchos, como Gonzalo, hayan hecho crecer sus negocios. “Armé una cooperativa con mis hijas y yernos para trabajar en esto, y todos nos certificamos. Mi trabajo ha cambiado mucho, antes hacía dedo y ahora tengo un vehículo. Gracias a esto, a la semana reciclo más o menos 1.200 kilos”, reconoce.
En esta línea, diferentes compañías han reconocido este trabajo, que se complementa de forma positiva con la necesidad de reducir el impacto de sus operaciones en el medioambiente y contar con políticas más sustentables. El Grupo Falabella, a través de sus distintas unidades de negocio, es un ejemplo de aquellas empresas que han optado por generar alianzas con quienes desempeñan esta labor.
Falabella Retail
En el caso Falabella Retail, la compañía participa y es socio fundador de CEMPRE (Compromiso Empresarial por el Reciclaje), una asociación integrada por varias empresas que tiene por objetivo apoyar a los gestores de residuos en la certificación de competencias, para profesionalizar su actividad como recicladores de base. Desde 2018 trabajan en alternativas de desarrollo e inclusión para quienes cumplen esta labor.
Así, la empresa apoya la certificación de competencias y formalización de este oficio, para validar que los colaboradores profundicen en los conocimientos necesarios y, en caso de no tenerlos, respaldar la capacitación.
Carmen Cariqueo, gerente de Control y Medioambiente de Falabella Retail, señala que “el trabajo que realizamos con los recicladores de base tiene un doble impacto: inclusión social y preocupación medioambiental, ya que profesionaliza y formaliza su labor, permitiéndoles que puedan ser parte de la competencia y puedan desempeñarse en igualdad de condiciones”.
Como parte de ese esfuerzo, actualmente las tiendas por departamento de Falabella en Ahumada, Concepción, Trébol, Viña y Valparaíso cuentan con recicladores de base -uno de ellos es Jimmy Muñoz-, quienes se vincularon por medio de CEMPRE. Además, los locales de Ovalle, Rancagua y San Fernando trabajan con gestores de residuos, quienes prestan servicios gracias a una gestión directa de las tiendas con ellos.
Sodimac
Por su parte, Sodimac también ha participado activamente en el trabajo conjunto con Recicladores de Base. “Nos alegra aportar al desarrollo y formalización de la labor de este grupo de trabajadores que, con su esfuerzo, han aportado por largo tiempo al reciclaje en nuestro país. Con esta iniciativa queremos fomentar el reconocimiento de estos actores relevantes para la cadena del reciclaje y la economía circular, tarea en la que estamos comprometidos como parte de nuestra política de sostenibilidad”, señaló Juan Carlos Corvalán, gerente de sostenibilidad de Sodimac, sobre el trabajo que realizan con TriCiclos y dos empresas certificadoras.
La empresa utiliza su Red Nacional de Puntos Limpios como un espacio para acreditar las competencias de los recicladores de base. Actualmente, hay más de 60 personas en proceso de certificación en puntos limpios de Sodimac en Temuco y Castro, y durante el resto del año se sumarán al menos otros 100, principalmente de la Región Metropolitana.
La Red Nacional de Puntos Limpios de Sodimac es la más grande del país y es operada por la empresa especializada TriCiclos. Desde su creación en 2010, las visitas a la red superan los cuatro millones y se han recuperado más de 24 millones de kilos de residuos. Esto posibilita un ahorro a los ecosistemas equivalentes a tres millones de duchas de cinco minutos, o bien, más de 167 mil árboles que no fueron cortados.
Tottus
Por otro lado, hay empresas que aún se encuentran evaluando nuevas estrategias para aportar en el cuidado del medioambiente. Un ejemplo, es el caso de Tottus que, este año comenzará un proyecto piloto de punto verde en Tottus Quilín. Se trata de una estación de reciclaje dispuesta para recibir residuos específicos que serán recolectados, recuperados, clasificados y, luego, reincorporados al sistema de economía de materiales.
El objetivo de la iniciativa será implementar un modelo de gestión de residuos inclusivo y colaborativo con recicladores de base, que permita generar valor y mejore la calidad de vida de miles de personas.
Iniciativas regionales: el compromiso de Mallplaza
La gestión y revalorización de residuos es un fenómeno global, por eso, Falabella busca permear en toda la región la importancia que tienen los recicladores de base para las compañías y la sociedad. Vincular organizaciones encargadas del reciclaje con las empresas, es fundamental, como es el caso del vínculo que tiene Mallplaza con la ONG Ciudad Saludable en Perú, para sus centros comerciales de Arequipa y Trujillo.
Antonio Braghetto, gerente de Operaciones de Mallplaza, señala que “el convenio con Ciudad Saludable nos permite contar con una ONG especialista en el tratamiento de residuos y material reciclable, que coordina con los recicladores de base para culminar el proceso de reciclaje, contribuyendo con la economía circular y potenciando su labor”.
Una de las organizaciones beneficiadas con este convenio es la Asociación de Recicladores Mujeres Ecoeficientes de Cayma, ARMEC, quienes trabajan junto con Mallplaza Arequipa.
“En Mallplaza Arequipa reciclamos, en promedio, tres toneladas mensuales y en el distrito donde trabajo, reciclamos de 40 a 45 toneladas mensuales”, relató Celia Condori, recicladora de base de ARMEC. “Nosotros aportamos con un granito de arena a cuidar el medio ambiente y para las madres, como yo, representa también un puesto de trabajo”, expresó Condori sobre su trabajo.