Se desconoce cuál fue el monto acordado, aunque inicialmente la víctima había pedido una indemnización de US$2 millones.
AFP
El Gobierno australiano acordó indemnizar –por un monto que no ha sido informado– a la ex asesora del Partido Liberal, Brittany Higgins, quien denunció haber sido violada por un antiguo compañero en el Parlamento de Camberra en 2019, confirmaron fuentes jurídicas.
La abogada de la demandante, Noor Blumer, informó en un breve comunicado que "la Commonwealth (Estado australiano) y la señora Higgins llegaron a un acuerdo", en una mediación realizada la víspera, y subrayó que "los términos del acuerdo son confidenciales" a pedido de las partes.
Higgins demandó a principios de mes al Estado, a la ex ministra de Industrias de la Defensa, Linda Reynolds –su jefa en el momento de la presunta violación–, y a Michaelia Cash, a cuyo despacho fue a trabajar tras el incidente.
Al momento de conocerse la presentación de la demanda, los medios australianos informaron que Higgins había pedido una indemnización de unos 3 millones de dólares australianos (2 millones de dólares estadounidenses).
Sin embargo, se desconoce cuál es el monto que finalmente fue acordado entre las partes, debido a la cláusula de confidencialidad.
El acuerdo de indemnización se alcanza después de que el juicio contra su presunto violador –realizado en el mes de octubre– fuera anulado el pasado 2 de diciembre, porque uno de los miembros del jurado accedió ilegalmente a documentos extrajudiciales.
La denuncia contra Lehrmann iba a ser abordada por segunda vez por el Tribunal Supremo del Territorio de la Capital Australiana en febrero de 2023.
La víctima fue hospitalizada por el trauma derivado por el abuso sexual, el proceso judicial y las agresiones y el trato que ha recibido tras la denuncia.
En febrero de 2021, Higgins denunció que fue violada por su antiguo compañero Bruce Lehrmann –quien niega los cargos– en el despacho de su jefa el 22 de marzo de 2019.
Su caso se convirtió en un símbolo para denunciar abusos sexuales en centros de trabajo y motivó a otras mujeres a denunciar incidentes de acoso y agresiones sexuales en el Parlamento de Camberra, dando inicio a una serie de investigaciones sobre los presuntos delitos.
El en febrero pasado, el entonces primer ministro Scott Morrison y los representantes del Legislativo bicameral pidieron perdón a las víctimas de acoso, maltratos y agresiones sexuales y reconocieron que muchas denuncias fueron silenciadas por el miedo a consecuencias electorales.