Durante los últimos años, las instituciones de educación superior han concentrado sus esfuerzos en entregarle al país profesionales con grandes conocimientos y habilidades, pero, en ocasiones, sin la capacidad de generar cambios significativos en la sociedad. Por ello, algunas casas de estudios han modificado su modelo formativo.
Este es el caso de la Universidad Finis Terrae, la institución educativa que está por cumplir 35 años de historia, indica que ha optado por formar estudiantes desde un modelo que considera cursos a escala humana, para favorecer el intercambio en la sala de clases.
Desde la casa de estudios superiores explican que su modelo formativo parte desde una visión integral de la persona, cuyo objetivo principal es formar profesionales de excelencia que aporten al desarrollo de la sociedad.
El vicerrector académico de la Universidad Finis Terrae, Juan Eduardo Vargas, destaca que “para eso no solo programamos cursos que no suelen exceder de 40 estudiantes, lo que ciertamente favorece el intercambio en la sala de clases, sino que también contamos con distintas instancias de acompañamiento a nuestros alumnos, como tutorías y mentorías”.
El enfoque formativo de la Universidad Finis Terrae busca que exista una armonía entre la formación profesional y los conocimientos aplicados, considerando “la necesidad imperativa de ser mejores seres humanos y de identificar las oportunidades de mejora en las comunidades”.
La casa de estudios favorece que sus estudiantes obtengan reconocimientos en diferentes ámbitos, de acuerdo al tipo de formación que implementan. De hecho, este año, jóvenes de la carrera de Arquitectura obtuvieron un inédito primer lugar en los concursos organizados por Corma y CAP.
Además, comentan que sus estudiantes de medicina son reconocidos por los buenos puntajes obtenidos en el Examen Médico Nacional. Por otro lado, en lo que respecta a la escena nacional, la universidad cuenta con reconocidos actores y artistas formados en esta institución y sus ingenieros comerciales, según afirman, se encuentran dentro de los más reconocidos por el mercado laboral, por nombrar solo algunos ejemplos.
El vicerrector de la institución de educación superior agregó que “nuestro foco es mantener un tamaño tal que nos permita desarrollar siempre una relación cercana con nuestros estudiantes. Estamos convencidos de que para construir una verdadera comunidad universitaria es necesario establecer relaciones entre personas, las que se facilitan en un entorno de este tipo”.
Educación innovadora
Sumado al sello de cercanía, que es transversal según afirman desde la Finis Terrae, sus programas de estudios han sido diseñados para entregar una formación disciplinar de excelencia que responda a las necesidades de Chile y el mundo actual.
Para lograr este estándar, la institución informa que constantemente aplica actualizaciones a las mallas de las carreras de pregrado. Un claro ejemplo, es que esta universidad logró ser la primera en América Latina en convertirse en Supporting Institution de Iniciativa Financiera de ONU Ambiente. Este reconocimiento lo consiguieron, explican, gracias a que la carrera de Ingeniería Comercial incorpora la sostenibilidad como sello transversal de su formación.
Otra característica es la importancia que le dan a las artes y las humanidades, lo que la ubica, de acuerdo a lo que señalan, como una institución educativa innovadora, que apuesta por una verdadera formación integral.
Desde la FinisTerrae, indican que este esfuerzo por implementar una formación más integral ha permitido que sea reconocida en el ámbito artístico, gracias a sus carreras de Artes Visuales, Arquitectura, Actuación y Diseño, además de sus carreras de Historia, Literatura, Periodismo y Ciencias de la Familia. Algo que también se refleja en la nutrida agenda de extensión cultural y académica que realiza la institución.