"En enero fui sometida a una cirugía abdominal mayor en Londres. En ese momento se creía que mi condición no era cancerosa. La cirugía fue exitosa, sin embargo,
las pruebas postoperatorias mostraron que había cáncer presente". Estas fueron las palabras con las que Kate, la princesa de Gales, anunció su diagnóstico en un video que puso fin a las especulaciones sobre su paradero y su estado de salud, desde que se sometió a una intervención el 16 de enero pasado.
En la grabación, la esposa del príncipe William reveló que "han sido unos meses increíblemente duros para nuestra familia" y pese a que
no entregó detalles sobre la naturaleza de su cáncer, señaló que se encuentra en las
etapas tempranas de un tratamiento preventivo de quimioterapia, que le fue recomendado por su equipo médico.
Pero, ¿en qué consiste ese tratamiento? Olga Barajas, oncóloga del Centro de Cáncer de la Clínica Universidad de los Andes señaló que la quimioterapia preventiva también se conoce como quimioterapia adyuvante y explicó que "
se administra posterior a un tratamiento quirúrgico definitivo" con el objetivo de evitar que la enfermedad vuelva a aparecer.
En esa línea, Alex Renner, médico oncólogo de la Clínica Santa María, estableció que "muchas veces cuando se ha detectado un cáncer y este fue removido con la cirugía, sabemos que existe el riesgo de que hayan
quedado algunas células ya sea en el sitio donde estaba el tumor o bien que hayan viajado por la sangre y se hayan alojado en sitios distantes".
"Esas células
no es posible detectarlas con ninguna técnica de imagen disponible actualmente, no se ve en un scanner, no se ve en un PET. Por ende, la idea de la quimioterapia adyuvante,
es eliminar cualquier célula que haya quedado remanente después de la cirugía. Con esto
aumentamos la posibilidad de una curación y eliminar por completo el cáncer y que este nunca vuelva", agregó.
Marcelo Garrido, oncólogo de la Clínica Indisa aclaró "que se realiza de
manera complementaria al tratamiento principal, por ejemplo la cirugía". Además, señaló "se aplica después de la cirugía, en los meses siguientes y puede durar entre tres a seis meses, dependiendo del caso y del riesgo".
Además, indicó
que si se aplica quimioterapia preventiva o adyuvante es "
porque se extrajo completamente el cáncer. Cuando no se ha realizado una cirugía oncológica exitosa, es decir, no fue posible sacar el tumor, no puede hablarse de quimioterapia preventiva".
Barajas agregó que el procedimiento se utiliza para "aumentar la sobrevida global de la persona y aumentar la sobrevida libre de enfermedad, o sea, que la enfermedad no vuelva a aparecer en el transcurso del tiempo o que esta sobrevida libre de recidiva (recaída) sea la más larga posible".
Por su parte, el oncólogo de la Clínica Indisa señaló que el gran objetivo de este tratamiento "es
evitar la recurrencia y mejorar las posibilidades de curación de un paciente con cáncer resecado, es decir, la extracción de este por medio de cirugía".
Además, dijo que la quimioterapia preventiva "se realiza por un
tiempo limitado, generalmente alrededor de seis meses; durante el cual, se hacen controles con su médico oncólogo y realizan exámenes".
Con respecto a qué tipo de cáncer se aplica dicho tratamiento, Olga Barajas aseguró que se aplica "en
general en casi todos los tipos de cáncer como en el de mama, de colon, de testículo, de ovario, de pulmón, en sarcomas,
pero que ya han sido operados, y que no hay evidencia de enfermedad".
Reacciones adversas e importancia detección precoz
Aplicar este tipo de tratamiento puede tener efectos secundarios. Según la oncóloga del Centro de Cáncer de la Clínica Universidad de los Andes, estos se pueden dividir en inmediatos, tempranos y los tardíos, y estos
dependen "del tipo de quimioterapia, de los fármacos que vayamos a utilizar".
En cuanto a los primeros, la especialista aseguró que "son aquellas que ocurren durante la infusión, en las siguientes horas o días posterior a la administración de los fármacos y estas pueden ser reacciones de hipersensibilidad aguda,
flebitis, náusea, vómito, insuficiencia renal".
En relación a la segunda clasificación, Barajas estableció que "son las que ocurren en días o semanas y las más frecuentes son las
hematológicas como la
disminución de los glóbulos blancos, la disminución de las plaquetas,
la caída del pelo o alopecia, las estomatitis, y también la inflamación de mucosa intestinal que vemos como efecto la diarrea".
Las reacciones adversas de quimioterapia diferidas o más tardías, "se pueden presentar en semanas o meses y ahí tenemos la
anemia, la
toxicidad hepática, descamación de la piel de las manos, entre otros".
Alex Renner, médico oncólogo de Clínica Santa María, se refirió a la
importancia de detectar el cáncer de forma temprana. En ese sentido aseguró que, "si el cáncer se detecta en
etapas precoces, cuando este está todavía ubicado en su sitio de origen, la posibilidad de removerlo por vía de la cirugía y, con esto, lograr una curación, es
extremadamente alta".
"Por otro lado, si es que se detecta en etapas más avanzadas, cuando ya hay ramificaciones en órganos distantes del sitio de origen, la posibilidad de
curar ese cáncer es muy baja y la probabilidad de que esa enfermedad avanzada cause la muerte del paciente es muy alta", añadió.