El
consumo moderado de vino dentro de la
dieta mediterránea puede aportar
beneficios para la salud y es compatible con un
estilo de vida equilibrado, según defendieron expertos en la presentación en la sede de la Prensa Extranjera del Congreso Internacional Lifestyle, Diet, Wine and Health, que se celebra en Roma del 26 al 28 de marzo.
Los especialistas subrayaron que, en el contexto adecuado, el vino puede
contribuir a la prevención de enfermedades cardiovasculares y formar parte de una
alimentación saludable, siempre que se consuma con
moderación.
"El vino, cuando se consume de manera moderada y en el contexto adecuado, tiene la misma dignidad que otros alimentos saludables como frutas, verduras, frutos secos o pescado", afirmó en la presentación el presidente del Instituto italiano para la Investigación del Vino y la Salud (IRVAS), Attilio Giacosa.
Los especialistas insistieron en que la prevención de enfermedades cardiovasculares depende no solo de la alimentación, sino también de otros factores como el ejercicio físico y un descanso adecuado.
Además, señalaron que el
vino puede formar parte de una dieta equilibrada si se consume con
moderación y en adultos sanos, aunque advirtieron que
su abuso es perjudicial, como ocurre con otros alimentos y bebidas.
Durante la presentación se enfatizó en la necesidad de promover una cultura de
consumo responsable de vino. "La
dieta mediterránea es una dieta de moderación, de equilibrio, y dentro de ella el vino tiene su lugar. No se trata de imponer prohibiciones, sino de comprender que
la clave está en la medida", explicó el presidente de "Wine in Moderation", Sandro Sartor, quien destacó la compatibilidad del consumo moderado con un estilo de vida saludable.
"
El problema no es el vino ni otras bebidas, sino
el abuso. Debemos construir una
cultura basada en la moderación, no en las prohibiciones", señaló Sartor, y subrayó que el
problema radica en el consumo excesivo de alcohol, sea vino, cerveza u otra bebida.