

Establecer una planificación clara: Dejarle en claro desde un principio a los niños la cantidad de dulces que pueden comer durante las actividades de Halloween, planificando también sus actividades y horarios de comida.

Comer antes de salir a pedir dulces: En general, se recomienda que los niños tomen once, o consuman en casa alguna merienda saludable, antes de salir a buscar dulces para desincentivar su consumo.

Moderar el consumo de azúcar: La cantidad de dulces que deberían consumir los niños, y por lo tanto, de los azúcares libres que estos contienen, depende de distintos factores como la edad del menor y la composición del caramelo. Por ejemplo, un niño de entre 7 y 10 años, no debería consumir más de 25 g de azúcares libres en el día, lo que equivaldría a seis caramelos de pura azúcar aproximadamente. Lo importante es tener siempre presente la moderación.

Optar por la ingesta de alternativas saludables: Hay que usar la creatividad y ofrecer alternativas más saludables que los dulces a los más pequeños, por ejemplo, se pueden hacer galletas integrales con forma de fantasma, u otra temática de Halloween, se les puede preparar cabritas sin azúcar, o frutas, como mandarinas, con forma de calabaza.

Ofrecer refrigerios nutritivos si se invita amigos a casa: En el caso de que el niño o niña invite a sus amigos a realizar una fiesta de Halloween, se recomienda dejar de lado los dulces, o los snacks poco saludables, y brindar en su lugar alternativas más nutritivas. Por ejemplo, se les podría ofrecer jalea sin azúcar, brochetas de fruta, sandwiches de pan integral, por mencionar algunas.

Estar atento a posibles cambios de humor: Pese a que en un niño sano no tiene un efecto inmediato importante el consumo de azúcar en la noche de Halloween, ya que su cuerpo debería ser capaz de manejar la sobrecarga de azúcar de manera natural, es considerable estar atento a posibles cambios de humor en el menor relacionados con los niveles altos de glicemia, y su posterior descenso radical.

Mantener una alimentación saludable en los días posteriores: Con la finalidad de equilibrar un poco el exceso en el consumo de azúcar proveniente de los dulces de Halloween, es que se recomienda, en los días posteriores, preparar comidas saludables para los más pequeños.

Fraccionar o reutilizar los dulces sobrantes: La alimentación saludable de los días posteriores debe venir acompañada de un razonamiento de los dulces obtenidos en la festividad, en particular, la ingesta de las golosinas sobrantes puede repartirse en dosis pequeñas durante días específicos de la semana siguiente, o incluso, aprovecharlos para otra instancia, por ejemplo, si hay un cumpleaños cerca, utilizar estos mismos dulces para rellenar la piñata.

Mantener una buena hidratación: Una buena hidratación es clave para mantener el funcionamiento del cuerpo y regular los niveles de glicemia durante la celebración de Halloween. Es importante que esta hidratación sea únicamente con agua, y evitar a toda costa la ingesta de bebidas azucaradas en menores.