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Cómo científicos prueban que chinches pueden ser "detectives" para esclarecer crímenes

Investigadores en Malasia comprobaron que estos pequeños insectos pueden conservar ADN humano por 45 días y, una vez alimentados, suelen no moverse más allá de unos metros.

26 de Noviembre de 2025 | 15:45 | AFP / Equipo Multimedia Emol
Las chinches, conocidas mundialmente por sus molestas picaduras y su presencia en colchones y almohadas, podrían convertirse en inesperadas aliadas de la policía. Un grupo de científicos de Malasia descubrió que estos pequeños insectos son capaces de conservar ADN humano durante semanas, lo que abre una nueva vía para ayudar a esclarecer delitos.

El hallazgo surge de un estudio de la Universidad de Ciencias de Malasia, donde investigadores alimentaron chinches tropicales con sangre humana para analizar cuánto tiempo permanecía detectable el material genético. Los resultados mostraron que estas plagas domésticas pueden retener información crucial hasta 45 días después de alimentarse.

Este avance plantea la posibilidad de utilizar chinches halladas en una escena del crimen como "testigos silenciosos" que aporten datos sobre posibles sospechosos. Aunque los expertos advierten que no es una solución perfecta, destacan que estos insectos ofrecen un nuevo y sorprendente apoyo para la labor forense.

    ¿Cómo se convierten a las chinches en aliadas para esclarecer crímenes?

  • Investigadores de la Universidad de Ciencias de Malasia (USM) descubrieron que las chinches tropicales pueden conservar ADN humano hasta 45 días después de alimentarse.
  • Este hallazgo permite que estos insectos, conocidos por ser una plaga doméstica, puedan transformarse en indicadores forenses de la presencia de una persona en una escena del crimen.
  • Las chinches, que suelen esconderse en costuras de colchones y fundas de almohadas, pueden convertirse en pruebas clave sobre quién estuvo en un lugar determinado.
  • Un investigador deposita una chinche en un tub de laboratorio en la USM. | AFP
  • Según el entomólogo Abdul Hafiz Ab Majid, una sola gota de sangre almacenada en una chinche podría permitir obtener el perfil completo de un posible agresor.
  • El investigador destaca que, aunque en Malasia se las llama "musuh dalam selimut" (enemigo en la manta), también pueden actuar como "espías" que ayudan a resolver delitos.
  • Para avanzar en este trabajo, el equipo alimenta chinches en laboratorio con sangre humana mediante un contenedor que se apoya sobre el antebrazo de un asistente, todo bajo estrictas condiciones controladas.
  • ¿Qué características permiten que funcionen como herramientas forenses?

  • Las chinches tropicales Cimex hemipterus fueron estudiadas por casi cinco años por Hafiz y la investigadora posdoctoral Lim Li en la Escuela de Ciencias Biológicas de la USM.
  • Estos insectos se crían en recipientes envueltos en plástico negro para replicar las condiciones ideales en las que viven y prosperan.
  • Cada chinche consume entre 1,5 y 5,3 microlitros de sangre por comida, una cantidad menor que una gota, pero suficiente para preservar ADN durante semanas.
  • El ADN extraído permite obtener un perfil fenotípico básico, es decir, identificar rasgos visibles de la persona que proporcionó la sangre.
  • Fotografía de una chinche que ha sido parte de la investigación en Malasia. | AFP
  • Con esa información, los científicos pueden determinar sexo, color de ojos, color de cabello y tono de piel de potenciales sospechosos incluso 45 días después de la ingesta de sangre.
  • Esto es posible gracias al uso de marcadores STR (repeticiones cortas en tándem) y SNP (polimorfismos de nucleótido único), que permiten identificar secuencias específicas de ADN.
  • El estudio fue publicado en la revista Nature, constituyéndose como el primer uso documentado de chinches tropicales con fines forenses.
  • ¿Qué ventajas tienen en comparación con otros insectos?

  • A diferencia de mosquitos y moscas, las chinches no pueden volar, lo que reduce el riesgo de que se alejen de la escena del crimen después de alimentarse.
  • Tras comer, las chinches se hinchan, lo que limita aún más su capacidad de movimiento y las mantiene cerca del lugar donde se alimentaron.
  • Su desplazamiento máximo ronda solo seis metros desde el punto de alimentación, por lo que ofrecen una ubicación bastante precisa sobre dónde pudo estar un sospechoso.
  • Este comportamiento las vuelve "perfectas como herramienta forense", afirma Hafiz, ya que otros insectos suelen volar o desplazarse mayores distancias, perdiendo valor como evidencia.
  • Su presencia en un entorno cerrado, como una habitación o una vivienda, aumenta la probabilidad de que conserven rastros biológicos relevantes.
  • ¿Qué experimentos se realizaron para comprobar su utilidad forense?

  • La investigadora Lim Li realizó pruebas con su propia sangre, convirtiéndose —según bromea— en una "víctima voluntaria" para la ciencia.
  • Las pruebas permitieron estudiar cuánto tiempo permanece detectable el ADN humano dentro del insecto tras alimentarse.
  • La investigadora Lim Li de la USM analizando una chinche. | AFP
  • Lim explica que permitió a las chinches alimentarse de su sangre para verificar la duración del ADN en su interior y confirmar los límites temporales del análisis.
  • Además, los investigadores destacan que las chinches son "criaturas incomprendidas": no transmiten enfermedades, aunque sus picaduras puedan generar erupciones molestas por semanas.
  • ¿Cuáles son las limitaciones de su uso en investigaciones criminales?

  • Aunque su potencial es alto, los investigadores advierten que las chinches no son una solución mágica para resolver delitos.
  • Su utilidad como prueba depende estrictamente de que los insectos estén presentes en la escena del crimen.
  • Solo ofrecen un margen de 45 días para obtener ADN útil; pasado ese tiempo, la calidad del material genético disminuye considerablemente.
  • Su aplicación es especialmente compleja en casos antiguos, donde la degradación del ADN o la ausencia de chinches limita las posibilidades de análisis.
  • Los investigadores, sin embargo, imaginan un futuro en el que estos pequeños insectos puedan ayudar a identificar sospechosos de asesinatos, siempre considerando sus restricciones.