Sampaoli festejando con Beausejour.
AFPCUIABA.- No era un día cualquiera para el técnico de la selección chilena, Jorge Sampaoli, este viernes en Cuiabá. El DT argentino hacía su estreno dirigiendo en un Mundial y que mejor que en Brasil, una de las cunas de grandes figuras del fútbol internacional.
Por ello, el estratego sabía que no podía defraudar a millones de chilenos que esperaban con ansias el duelo ante Australia. Fue así que para aumentar el optimismo de sus dirigidos les presentó un video motivacional, antes del almuerzo en el hotel de concentración.
El entrenador casildense mostró imágenes de deportistas consiguiendo cosas importantes o realizando hazañas, como para graficarles a los 23 integrantes del plantel "que nada es imposible".
"Incluso les dijo que dejaran la vida en la cancha, que entendieran que era el partido más importante de sus vidas". Y le dio resultado, contaron desde el interior de elenco nacional.
Ya en el partido, Sampaoli comenzó sorprendiendo a muchos, pues antes de los primeros 10 minutos se veía tranquilo, muy observador y de brazos cruzados.
Pero a los 11' volvió el Sampaoli de siempre. Gol de Alexis Sánchez, y el casildense estalló de alegría. Salió corriendo en su zona demarcada, alzó los dos brazos y celebró hacia el público. Sólo se dio un golpe de mano con su ayudante Sebastián Beccacece.
Dos minutos más tarde y se vuelve a repetir el cuadro. Sampaoli saltaba de alegría con el golazo de Jorge Valdivia, pero ahora ni golpe de manos ni abrazo con ningún jugador o miembro del cuerpo técnico. El de Casilda acostumbra a celebrar en soledad, pero eso cambiaría.
Tras esto su intensidad para moverse de lado a lado comenzó a bajar. Los brazos se mantenían por más rato cruzado. Estaba tranquilo. Pero a los 26' volvió a reaccionar con un fuerte llamado de atención contra Eugenio Mena, por perder la marca de un australiano.
Y en el momento en que se mostraba algo más "relajado" vino el gol de los oceánicos. Se descolocó, pero sin gesticular más de la cuenta. Comenzó a caminar rápidamente de lado a lado en su lugar de posición. La tranquilidad de minutos atrás era cosa del pasado. Los nervios volvían a apoderarse del entrenador.
En la segunda etapa todo cambió. Sampaoli desde el primer minuto se mostró intranquilo, sabía que en el complemento los australianos se irían con todo en busca de la igualdad.
La ansiedad se apoderó del argentino, y eso quedó de manifiesto cuando reclamó una falta y exigió la tarjeta amarilla, fue ahí donde se enfrascó en un fuerte diálogo con el cuarto árbitro, el panameño Roberto Moreno.
Los minutos pasaban y los australianos se acercaban al pórtico de Claudio Bravo, pero el meta respondía de forma felina y el DT sólo se limitó a aplaudir las intervenciones del capitán.
El cotejo ya se cerraba y vino el remate desde fuera del área de Jean Beausejour. El técnico simplemente "enloqueció" de alegría, la que culminó de sellar cuando el volante corrió hacia la banca y se dio un pechazo y un abrazo con su adiestrador.
Tras el lance integrantes del plantel coincidían en señalar que al DT "se le vio muy feliz, y nos dijo que éramos un equipo que estaba para grandes cosas".