El lunes Lucas Barrios encendió las alarmas en el Monumental, pero ya está de vuelta con el plantel.
José Alvújar, El Mercurio
SANTIAGO.- En cada práctica de Colo Colo los hinchas, dejando alguna identificación, pueden ingresar sin problemas a ver las sesiones de su equipo. Este miércoles no fue la excepción, aunque fue tanta la hinchada que llegó a Macul que los guardias tuvieron que decretar una orden: No dejar ingresar a más personas.
Es que la efervescencia es total en el Monumental; cerca de 200 forofos lograron arrimarse a las galerías ubicadas en la cancha de entrenamiento, pero otro centenar no alcanzó a pasar la segunda barrera y debió conformarse con mirar el entrenamiento de los juveniles.
En la cancha, otra vez con Arturo Vidal como "uno más" del plantel, Colo Colo realiza una intensa práctica de fútbol reducido donde Barticciotto y su ayudante Héctor Adomaitis, con carpeta en mano, ordenan y avivan a sus jugadores.
El plantel también cuenta con la participación activa de Lucas Barrios, inicialmente no al ciento por ciento, pero que después se integró de lleno al trabajo futbolístico con sus compañeros, dejando atrás los problemas en su hombro.
El equipo albo insiste en ensayar los remates al arco luego de que ayer el propio DT reconociera problemas de finiquito en la primera final.
Dentro de un muy concurrido complejo de entrenamientos del estadio Monumental, los albos entrenan a full, y ya piensan en lo que les queda: concentrar mañana a las 22:00 horas y entrenar, por última vez, el viernes a las 11:00 de la mañana.
