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Pellegrini tendrá que lidiar con un jeque en un club con la mayor inversión de su historia

Abdullah Bin Nasser Al-Thani compró este año al Málaga e hizo una inversión histórica que hasta ahora no ha dado resultados.

03 de Noviembre de 2010 | 08:01 | Emol
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Al-Thani ya se codea con las autoridades del fútbol español, como Florentino Pérez.

EFE
SANTIAGO.- La noticia remeció a España en junio pasado. El jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani desembolsaba 36 millones de euros para ser el nuevo dueño del modesto Málaga.

Y llegó de inmediato poniendo metas. El inversionista se proponía en tres años llegar a la Liga de Campeones. Sabía que para eso debía desembolsar dinero y no dudó en hacerlo: La primera medida fue contratar a Jesualdo Ferreira, ex técnico del Benfica. En total se gastó 17 millones de euros en fichajes. Incluso en un momento pensaron en llevar a Alexis Sánchez.

Pero el proyecto no ha tenido los resultados esperados y marchan penúltimos en la tabla de posiciones de la Liga española. Por eso al jeque no le tembló la mano y sacó al DT.

Necesitaba otro nombre para encabezar su idea de hacer del Málaga el Manchester City de España. Y ese nombre es el chileno Manuel Pellegrini.

El nacional tendrá la difícil misión de sacar del fondo al club además de lidiar con un jeque que no escatima en esfuerzos financieros para conseguir logros.

En cuanto a los jugadores, el club ha incorporado a nueve futbolistas entre los que destacan el fichaje más caro de la historia de la institución, Sebastián Fernández, que ha costado 3,6 millones y José Salomón Rondón, que llegó por 100.000 euros menos.

Junto a ellos, el desconocido pero eficientes Kris Stadsgaard, el argentino Malagueño, los porteros Rubén y Galatto, el brasileño Sandro Silva, el viejo conocido Eliseu y el rápido Quincy.

Según la prensa española desde que llegó Abdullah Bin Nasser Al-Thani, la entidad ha lavado y cambiado su cara con remodelaciones en el estadio, mejoras en el estadio de atletismo donde entrena el equipo, ampliación de plantilla y mejoras incluso en las oficinas.

Los entrenamientos son cerrados para prensa y afición y la relación con los integrantes del equipo ya no son tan fluidas como en anteriores etapas.