"He hablado con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña real en la Coca-Cola en Estados Unido y han accedido", aseguró el presidente estadounidense Donald Trump. Un anuncio que esconde un intenso debate en territorio norteamericano.
"Quiero agradecer a todas las autoridades de Coca-Cola", añadió el mandatario en Truth Social. Palabras amigables que fueron correspondidas por la compañía. "Agradecemos el entusiasmo del presidente Trump por la icónica marca Coca-Cola. Próximamente se compartirán más detalles sobre las nuevas e innovadoras ofertas de nuestra gama de productos", señaló la firma en un comunicado.
Sin embargo, la compañía no precisó si considera un ajuste en su receta en Estados Unidos. Según Bloomberg, se entregarán más detalles cuando la empresa presente sus resultados el próximo 22 de julio.
Coca-Cola es una de las bebidas gaseosas más consumidas en América Latina y Estados Unidos, y su receta varía dependiendo el país. Mientras que las bebidas que se venden en EE.UU. se endulzan con jarabe de maíz, la de otros países -como México, Reino Unido y Australia- suele endulzarse con azúcar de caña.
El jarabe de maíz de alta fructuosa es un endulcorante elaborado a partir de maíz. Este jarabe se usa comúnmente en productos envasados porque es más estable, más económico y más dulce que el azúcar común. Sin embargo, ha sido objeto de cuestionamiento por parte de las autoridades estadounidenses.
"El jarabe de maíz de alta fructuosa está por todas partes", lo que contribuye a que los estadounidenses tengan una mala salud, aseguró el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr.
Según la agencia Reuters, la comisión "Make America Healthy Again (MAHA)", un panel convocado por Trump encargado de identificar las principales causas de enfermedades crónicas en la población, concluyó en mayo que "el consumo de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa podría jugar un papel en la obesidad infantil y otras afecciones".
Dicha entidad está integrada por el propio Kennedy, el secretario de Agricultura Brooke Rollins y varios otros miembros del gabinete de Trump.
No obstante, el anuncio de Trump generó una importante inquietud entre los agricultores de maíz estadounidenses.
"Sustituir el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña costaría miles de puestos de trabajo estadounidenses en la fabricación de alimentos, deprimiría los ingresos agrícolas e impulsaría las importaciones de azúcar extranjero, todo ello sin ningún beneficio nutricional", sostuvo el presidente y director general de la Asociación de Refinadores de Maíz, John Bode.
Pero Kennedy ha insistido en que las empresas eliminen de sus productos ingredientes como el jarabe de maíz. "Tenemos una generación de niños que están nadando en una sopa tóxica en este momento", manifestó a un canal de televisión hace un mes.
Trump es famoso por beber Coca-Cola Light, endulzada artificialmente con aspartamo. El director ejecutivo de Coca-Cola, James Quincey, le regaló a Trump una botella personalizada de Coca-Cola Light para conmemorar su investidura a principios de este año.
Tanto es así, que el presidente estadounidense hizo instalar un botón en el escritorio del Despacho Oval para que le sirvan el refresco.
