GINEBRA.- Cerca de 10.000 eritreos han llegado a Sudán desde el lunes, con lo que la cifra de huidos a ese país se eleva ya a 50.000 personas, informó hoy, martes, la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Los refugiados, que atravesaron la frontera a pie o en camiones y tractores, proceden en su mayoría de la ciudad de Tessany, a unos 30 kilómetros de la zona limítrofe, que fue ocupada por las tropas etíopes, señaló el portavoz de ACNUR, Kris Janowski.
Las personas que llegan a Sudán lo hacen en muy malas condiciones físicas, extenuadas por la falta de agua y alimentos, lo que se une a las altas temperaturas cercanas a los 40 grados, agregó.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) continúa, por su parte, con un puente aéreo desde Nairobi a Asmara y está previsto que para el fin de semana haya repartido 80 toneladas de galletas con alto valor energético, dijo su portavoz, Christiane Berthiaume.
Explicó que, si las condiciones de seguridad lo permiten, esta agencia humanitaria de la ONU tiene previsto repartir en breve hasta 300 toneladas de este tipo de galletas para alimentar a unas 500.000 personas durante una semana.
La portavoz expresó la inquietud del PMA por la situación de los desplazados internos, que podrían ser más de medio millón, y por los informes que han llegado de grupos de personas escondidas en los bosques sin ningún tipo de ayuda.
Otro motivo de preocupación es, según Berthiaume, la llegada de la estación de las lluvias, que supondrá serios problemas para la salud de la población desplazada y dificultará el transporte de ayuda por carretera.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también llamó la atención por el hecho de que dos tercios de las zonas agrícolas más ricas de Eritrea estén afectadas por el enfrentamiento con Etiopía.
La portavoz de UNICEF, Lyn Geldof, indicó que la cosecha de este año está prácticamente perdida y el país dependerá probablemente sólo de la asistencia humanitaria.
