BUENOS AIRES.- Sindicatos obreros y sectores políticos, incluyendo algunos de la propia Alianza gobernante, protestan hoy contra las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI), en coincidencia con la llegada de una misión de ese organismo que audita la marcha de la economía argentina.
La demostración tiene también un claro sentido de rechazo al severo programa de austeridad que el presidente Fernando de la Rúa anunció el lunes y que los organizadores de la demostración consideran inspirado en las directrices del FMI.
Con el fin de sanear las deficitarias cuentas fiscales, el gobierno resolvió un ahorro presupuestario de casi mil millones de dólares y redujo el sueldo de buena parte de los empleados estatales.
Desde horas antes del comienzo de la marcha, el personal de varias oficinas gubernamentales abandonó sus lugares de trabajo para unirse a la manifestación, que recorrerá 10 cuadras, desde el céntrico Obelisco hasta la Casa de Gobierno.
El ministerio del Interior desplegó unos 700 policías en la zona para resguardar el orden y reforzó la vigilancia en torno a la Casa de Gobierno. En la Plaza de Mayo, de espaldas a la sede gubernamental, se levantó un palco desde el cual hablarán los dirigentes de la protesta.
La demostración es organizada por el sector "combativo" de la Confederación General del Trabajo (CGT), que encabeza el líder de los camioneros, Hugo Moyano. Recibió la adhesión posterior de la izquierdista Central de Trabajadores Argentinos (CGT) y de gremios del grupo "moderado" de la CGT, así como de sectores de la oposición peronista y de pequeños partidos de izquierda.
Pero también recibió la adhesión de una docena de los 124 diputados de la Alianza de De la Rúa, que reprochan al Presidente haberse apartado de sus promesas preelectorales de rectificar los programas "neoliberales" de su antecesor peronista Carlos Menem.
La diputada Elisa Carrió, de la oficialista Unión Cívica Radical (UCR), afirmó hoy que "en algunos casos el gobierno está haciendo lo contrario de lo que prometió".
"Siento un enorme dolor por el ajuste anunciado el lunes. Un imperativo de esta hora es recuperar la confianza interna y no castigar más a las clases medias", señaló.
Por su parte, el legislador socialista Jorge Rivas, declaró a la AP que "vamos mal por este camino. No se puede descargar todo el peso de la recuperación económica sobre las espaldas de los que menos tienen. Eso es lo que hizo Menem y lo que siempre repudiamos".
En declaraciones que hizo desde Ginebra, donde asiste a la asamblea anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el ministro de Trabajo Alberto Flamarique advirtió hoy que "los paros no nos van a hacer cambiar".
"Puedo comprender a los gremios del Estado, pero no a los del sector privado, que nada hicieron antes (durante el anterior gobierno) cuando les bajaron los salarios a los suyos", agregó.
