BEIRUT.- El canciller de Siria, Faruk al-Sharaa, envió hoy una clara e histórica señal de paz hacia Israel al señalar al enviado de las Naciones Unidas, Terji Roed Larsen, que su país acepta la frontera entre El Líbano e Israel tal como la definió la ONU, que excluye la controvertida y rica zona de las "granjas de Shebaa".
De este modo, Siria envió también un preciso mensaje al movimiento islámico Hezbollah, el pro iraní "Partido de Dios" que reclama la evacuación de las fuerzas israelíes del área de Shebaa al igual que otros grupos radicales que tienen su sede en Damasco y miles de combatientes en El Líbano.
Analistas locales dijeron que el mensaje a estos grupos por parte de Siria se puede traducir de esta manera: "No toquen a Israel; nosotros queremos negociar con Israel".
Precisamente, Israel sostiene que la retirada de las fuerzas israelíes del sur del Líbano no debe comprender las llamadas granjas de Shebaa ya que solo el 10 por ciento de ese territorio pertenece a EL Líbano puesto que el 90 por ciento restante corresponde a Siria.
El martes, el canciller israelí, David Levy, dijo que "más adelante, si se negocia la paz con Siria, se discutirá el tema de las granjas de Shebaa".
Hasta hoy, quedaban dos cuestiones en suspenso entre El Líbano e Israel, que ponían en peligro la paz en la región: la liberación de casi 30 libaneses todavía detenidos en Israel y el retiro israelí de las "granjas de Shebaa", un área sobre la cual El Líbano reivindica su soberanía.
Los libaneses capturados por Israel fueron mantenidos hasta ahora como rehenes para obtener la liberación de militares desaparecidos en El Líbano o, al menos, sus cuerpos.
Pero, según varios analistas, dentro de pocas semanas la Corte Suprema israelí podría decidir la liberación de estos prisioneros.
La segunda cuestión, en cambio, ya fue resuelta hoy, después del encuentro entre el canciller sirio y el enviado de la ONU, Larsen, quien al final de la reunión dijo que fue "un óptimo y cordial coloquio".
Larsen dijo que "el gobierno sirio acepta totalmente el informe presentado el 22 de mayo por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ante el Consejo de Seguridad".
El enviado de la ONU agregó que "el informe definía la línea dentro de la cual debía tener lugar el retiro de Israel y tal línea no incluía las granjas de Shebaa".
Antes del mensaje de paz del canciller sirio, Israel estaba preocupada por la posibilidad de que los guerrilleros de Hezbollah lanzarán algunos ataques por lo cual habían reforzado sus tropas en sus posiciones cercanas al área de las granjas.
