WASHINGTON.- El gobierno de Estados Unidos ratificó hoy a Siria que "la puerta está abierta para la paz" en Medio Oriente e invitó a los israelíes y palestinos a "no dejar escapar" a su vez la posibilidad de un acuerdo.
En víspera de los funerales del presidente sirio Hafez el-Assad y de la reanudación en Washington de las negociaciones entre Israel y los palestinos, la secretaria de Estado, Madeleine Albright dijo que el traspaso de poder en Siria "parece ser tranquilo y ordenado".
"Esperamos que siga de este modo", completó.
Albright se reunirá el martes con Bashar Assad, hijo del presidente sirio fallecido y su heredero al frente del país.
"Es importante para Siria abrirse al exterior -dijo Albright-. Es esencial para Siria formar parte de una solución regional de paz en Medio Oriente".
"La muerte de Assad, quien por tres décadas jugó un papel crítico en la región, no altera la lógica que lleva a todas las partes a alcanzar una paz global, ni la disponibilidad de Estados Unidos a cooperar con todas las partes para alcanzar ese fin", observó la funcionaria.
"Assad tomó una decisión estratégica para llegar a la paz. No podría existir mejor herencia para él que un acuerdo que lleve estabilidad a la región", apuntó.
Estados Unidos está empeñado en un vigoroso esfuerzo para favorecer la superación de las notables dificultades que aún impiden el acuerdo entre israelíes y palestinos.
Las dos delegaciones retomarán las negociaciones el martes en la periferia de la capital, en la base aérea de Andrews, con la mediación activa de Estados Unidos.
El jueves próximo, el líder palestino Yasser Arafat se encontrará con el presidente estadounidense Bill Clinton en la Casa Blanca.
"Se está presentando una oportunidad histórica para poner fin al conflicto entre Israel y los palestinos" -advirtió hoy Albright-. "Los problemas a superar son difíciles y complejos pero el premier israelí Ehud Barak y Arafat saben bien que esta oportunidad no debe ser menospreciada".
El plazo para llegar a un acuerdo es el 13 de septiembre pero Estados Unidos -subrayó Albright- "no tiene poder para imponer el ritmo del proceso de paz".
"Sólo podemos reaccionar frente a los pedidos de los otros y hay fechas que ya han sido establecidas. Nuestro papel es asistir a las partes de la manera que sea posible, pero corresponde a los interesados tomar las decisiones para no dejar escapar esta histórica oportunidad", aclaró.
