BUENOS AIRES.- Un nuevo caso de reducción a servidumbre (esclavitud) de trabajadores, varios de nacionalidad boliviana, fue denunciado hoy, sábado, por la policía de fronteras de Argentina.
El informe oficial compara este caso con la tragedia de Dover, Gran Bretaña, donde hace una semana 58 inmigrantes ilegales chinos fueron encontrados muertos por asfixia en el interior del acoplado de un camión.
Una patrulla de la policía de fronteras detuvo el viernes a un camión con acoplado en cercanías de la ciudad de Bahía Blanca, a 800 kilómetros al sur de Buenos Aires, que transportaba 18 trabajadores, 5 de ellos menores de edad.
Esas personas, nueve de las cuales son inmigrantes bolivianos, ''viajaban apiñadas en un acoplado térmico en pésimas condiciones sanitarias, similares a los chinos encontrados en Dover'', destaca el comunicado oficial.
El conductor del camión, quien quedó detenido a disposición del juez de turno, expresó que transportaba a esas personas para trabajar en la recolección y embolsado de cebollas en fincas de las afueras de Bahía Blanca.
En Argentina es habitual que miles de personas se trasladen periódicamente de una zona a otra del país para trabajar en las cosechas de frutas y verduras, por lo cual se los denomina ''trabajadores golondrinas''.
La mayoría de esos ''trabajadores golondrinas'' son contratados para las labores más duras y no suelen disponer de lugares adecuados para el descanso e higiene, según las periódicas denuncias de los sindicatos.
La policía argentina descubrió, el pasado miércoles, un taller textil donde unos 40 ciudadanos bolivianos, 15 de ellos menores de edad, trabajaban en condiciones infrahumanas con la única paga de un plato de comida.
Los trabajadores relataron a la policía que estaban ''presos'' de sus empleadores, que eran obligados a cumplir jornadas de 18 y hasta 20 horas de labor y que sólo se les permitía ducharse una vez por semana con agua fría.
Los dueños de esos talleres textiles, también de nacionalidad boliviana, quedaron detenidos bajo los cargos de asociación ilícita, privación ilegal de la libertad, reducción a servidumbre y uso de armas de guerra.
Las continuas denuncias sobre explotación laboral de inmigrantes, la mayoría ilegales provenientes de Bolivia y de Perú, llevaron a un grupo de diputados nacionales a reclamar mayor efectividad al ministerio de Trabajo.
Los legisladores socialistas Alfredo Bravo, Jorge Rivas y Héctor Polino solicitaron conocer, en un proyecto presentado el viernes, si se realizan periódicas inspecciones sobre posibles transgresiones a las leyes de trabajo.
