GINEBRA.- Unos 34,3 millones de personas son portadoras del virus del SIDA en el mundo a fines de 1999, de las cuales 24,5 millones se encuentran en el Africa subsahariana, según un informe de ONUSIDA publicado este martes en Ginebra.
"A menos que ocurra un milagro, la mayoría de esas 34,3 millones de personas morirán en los próximos diez años", destaca el estudio.
Unos 5,4 millones de personas más contrajeron el virus del SIDA en 1999 y 2,8 millones de personas enfermas de SIDA fallecieron el año pasado, de modo que la cantidad total de decesos desde que comenzó la pandemia asciende a 18,8 millones.
"Actualmente, el SIDA es claramente una crisis del desarrollo y en algunas regiones del mundo se está convirtiendo rápidamente en una crisis de seguridad", estimó Peter Piot, director ejecutivo de ONUSIDA, en el prefacio del informe.
Allí destaca el carácter "totalmente desestabilizador" del SIDA "en los sitemas geopolíticos ya frágiles y complejos".
"El impacto devastador del SIDA en las bases sociales, económicas y demográficas del desarrollo no tiene parangón", sostuvo Piot después de haber evocado las consecuencias de la pandemia en las tasas de mortalidad infanto-juvenil y materna, en la esperanza de vida y en el crecimiento económico.
En América Latina, los países donde la proporción entre cantidad de portadores del virus VIH y de enfermos adultos respecto de la población adulta total es más elevada, están en la costa caribe. El VIH está diezmando a las poblaciones de varias islas caribeñas. En Haití, más del 5% de los adultos viven con el VIH y 4% en Bahamas.
Honduras, Guatemala y Belice registran un desarrollo rápido del SIDA entre los heterosexuales, al igual que en Brasil.
ONUSIDA destaca que en América Latina la vigilancia sistemática del VIH está poco repandida en los grupos que tienen comportamientos sexuales de alto riesgo, como por ejemplo los homosexuales.
En Africa subsahariana es donde el avance es más sensible, registrando cuatro millones de nuevas infecciones en 1999 sobre los 5,4 millones registrados en ese periodo en todo el mundo.
En siete países de la región, Botswana, Swazilandia, Zimbabue, Lesotho, Zambia, Sudáfrica y Namibia, un adulto de cada cinco vive con el virus, esto equivale a una tasa igual o superior al 20% en la proporción entre cantidad de portadores del virus VIH y de enfermos adultos respecto de la población adulta total.
En 1991, las estimaciones preveían que hasta el fin del decenio el Africa subsahariana registraría nueve millones de personas infectadas y cinco millones de fallecimientos. Ahora, ONUSIDA destaca que esas cifras eran tres veces inferiores a la realidad.
Sudáfrica, con 4,2 millones de personas infectadas, cuenta con la mayor cantidad de personas que viven con el VIH/SIDA en el mundo.
Las tasas observadas en Asia son más débiles comparadas con Africa. La tasa de proporción entre las personas de 15 a 49 años es inferior al 1% en tres países: Camboya, Birmania y Tailandia. En Indonesia, cuarto país más poblado del mundo, menos de cinco personas de cada 10.000 viven con el VIH y en Filipinas, la proporción es siete de cada 10.000.
Sin embargo, en algunos países muy poblados, inclusive una tasa mínima de VIH significa una cantidad colosal de personas que viven con el virus.
En la India, donde solamente siete adultos de cada 1.000 están infectados por el VIH, 3,7 millones de personas viven con el VIH/SIDA, es decir más que en cualquier otro lugar del mundo, excepto en Sudáfrica.
En Europa oriental y en Asia central, la inyección de drogas sigue siendo el mayor riesgo para las infecciones del VIH.
El informe de ONUSIDA se publica cada dos años. Esta vez precede a la Conferencia Internacional sobre Sida que tendrá lugar del 9 al 14 de julio venideros en Durban (Sudáfrica).
