CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II rindió hoy homenaje a siete obispos greco-católicos que fueron perseguidos durante la etapa del régimen comunista en Rumanía y realizó un nuevo llamamiento a católicos y ortodoxos para la reunificación ecuménica de las Iglesias en este país de Europa oriental.
Con motivo del tercer centenario de la unión de la Iglesia greco-católica con Roma, el Papa ha hecho llegar un mensaje a "los queridos hermanos y hermanas de Rumanía", recordando la importancia de la unificación acordada en el sínodo del 7 de mayo 1700.
El Papa ensalzó la figura de los siete prelados muertos, en la cárcel o en arresto domiciliario tras sufrir diversas torturas, bajo el régimen comunista y alabó los "trescientos años de fidelidad" de los católicos rumanos a la Santa Sede.
En su mensaje, el Pontífice exhorta a continuar el camino hacia la reunificación de las Iglesias, que adquirió nuevo impulso con la visita pastoral que el Santo Padre realizó en mayo del pasado año a Rumanía, en la que fue recibido por el Patriarca ortodoxo.
En ese sentido, el Papa apeló hoy a "la durísima prueba" del sufrimiento común de católicos y ortodoxos durante los 45 años del régimen comunista, como semilla para la reconciliación ecuménica y les invitó a realizar "una purificación de la memoria".
Recordó la fe del pueblo rumano, que pudo comprobar durante su viaje a Rumanía, su primera visita a un país de mayoría ortodoxa, y señaló que en este Año del Jubileo, la comunidad cristiana "recupera fuerzas para anunciar la noticia de la Salvación".
Juan Pablo II disfruta estos días de su descanso veraniego en la localidad alpina italiana de Les Combes, en el Valle de Aosta (norte), en donde permanecerá hasta finales de esta semana, para proseguir después sus vacaciones en la residencia de Castel Gandolfo, cercana a Roma.
