MIAMI.- La industria tabacalera, en un movimiento sorpresivo, buscó mudar hoy el caso entablado en su contra por fumadores enfermos del Estado norteamericano de Florida hacia una corte federal.
La industria tabacalera había perdido el caso y tenía que pagar 145.000 millones de dólares.
Los abogados de las industrias tabacaleras presentaron un aviso que mudaba el caso hacia una corte federal basados en una moción presentada en el día que fue dictado el veredicto de pago de daños punitivos por un plan de salud de un sindicato que buscaba intervenir.
No se supo de inmediato cómo podría esta moción afectar al caso, que fue asignado a la juez federal de Distrito, Ursula Ungaro-Benages.
"Ellos intentarán todo y no se detendrán ante nada para lograr sus propósitos torcidos. Ellos no juegan limpio", señaló el abogado de los fumadores, Stanley Rosenblatt.
Rosenblatt probablemente presentará otra moción para solicitar que el caso regrese a la corte estatal.
Las cinco principales tabacaleras del país transfirieron el caso en base a una serie de cuestionamientos federales surgidos en la moción presentada por el plan de salud de los Trabajadores Metalúrgicos del Sureste.
El sindicato argumentó que algunos de sus miembros eran parte de la demanda y que se les debería permitir su participación en el caso. Algunas medidas similares fueron presentadas este año ante el juez de Circuito, Robert Kaye, quien las rechazó.
Los abogados de las tabacaleras también presentaron una moción que protesta el veredicto del 14 de julio y con ello dio inicio al proceso de una apelación en las cortes estatales.
Los representantes legales de las tabacaleras quieren que Kaye disminuya el fallo de los daños punitivos, elimine los tres veredictos del caso, ordene un nuevo juicio o descarte todo el juicio como demanda ejemplar, que contempla entre 300.000 a 700.000 fumadores enfermos de la Florida.
La moción que tiene una extensión de casi 200 páginas cita errores en el juicio, que van desde jurados alternativos que interactuaron con el jurado de seis miembros, a quienes hicieron preguntas inflamatorias e inapropiadas, así como por los comentarios de Rosenblatt.
Al atacar el veredicto, la empresa tabacalera Philip Morris Inc. señaló en un comunicado que el castigo era inconstitucionalmente excesivo, resultado de "apasionamiento y prejuicio", basado en "especulaciones y conjeturas" y "más allá de lo necesario para aplicar un castigo o correctivo".
