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Derrota de ley sobre homosexualidad es nuevo fracaso de Blair

La derrota en la Cámara de los Lores de uno de los proyectos de ley "estrella" del Gobierno británico, el fin de la prohibición actual para informar de la homosexualidad en las escuelas, supone una nueva humillación para el primer ministro Tony Blair.

25 de Julio de 2000 | 09:49 | EFE
LONDRES.- La derrota en la Cámara de los Lores de uno de los proyectos de ley "estrella" del Gobierno británico, el fin de la prohibición actual para informar de la homosexualidad en las escuelas, supone una nueva humillación para el primer ministro Tony Blair.

La llamada "cláusula 28" de la ley de Gobierno Local, introducida en los años ochenta por el Ejecutivo de la primera ministra conservadora Margaret Thatcher, prohíbe a los empleados de las autoridades regionales y municipales -un área donde se incluiría a los maestros- informar a los menores sobre la homosexualidad.

El Gobierno había incluido la abolición de la cláusula, y una reforma a fondo de la Ley de Gobierno Local, entre sus objetivos principales para este curso político y se había comprometido a lograr su aprobación antes del receso parlamentario veraniego.

Pero en la votación celebrada en la noche del lunes, los lores rechazaron el proyecto de ley por 270 votos contra 228, una mayoría de 42 votos en favor de mantener la prohibición.

Se trata de la segunda ocasión en que la cámara alta del Parlamento británico rechazaba levantar la "cláusula 28".

Hoy, un portavoz del primer ministro reconoció la derrota del Gobierno y anunció que el Ejecutivo renunciará a presentar de nuevo el proyecto de ley antes del receso de verano.

Si los ministros se hubieran empecinado en volver a presentar el proyecto de ley se arriesgaban a poner en peligro toda la reforma de la ley de Gobierno Local.

"Lo que está claro sobre la oposición de los lores es que no podemos seguir adelante sin echar a perder toda la reforma de los gobiernos locales y no estamos dispuestos a eso", explicó el portavoz.

"Las enmiendas de los lores se verán en la Cámara de los Comunes y si se aceptan el proyecto de ley será aprobado por el parlamento sin la abolición de la cláusula 28", agregó.

El portavoz, no obstante, subrayó que el Gobierno mantiene su compromiso con la abolición de la cláusula y afirmó que Blair considera esa prohibición como "un despliegue de prejuicios".

Según el portavoz, los ministros aprovecharán las vacaciones parlamentarias para estudiar cómo lograr la abolición.

En principio, el Gobierno tendría dos opciones: o bien introducir un "miniproyecto" de ley, dedicado exclusivamente a la abolición de la cláusula, en otoño o bien esperar a la celebración de elecciones generales, que tendrán casi con toda seguridad la próxima primavera.

En cualquier caso, representa una fuerte humillación para el Gobierno de Blair, que cuenta con tres ministros homosexuales en su Gabinete: el de Cultura, Chris Smith; el de Agricultura, Nick Brown, y el de Irlanda del Norte, Peter Mandelson.

Pero Blair no quiere arriesgarse a que insistiendo en la abolición se le perciba como un primer ministro "antifamiliar", como se ponía de relieve en un documento interno filtrado a la prensa la semana pasada.

Pese a que la Cámara de los Comunes sí apoya la abolición y con toda seguridad revocaría el voto de los Lores, Blair no quiere tampoco ser víctima del desgaste político que le supondría el que el proyecto de ley se convirtiera en un juego de "ping-pong" entre ambas instancias del Parlamento.

El primer ministro está en horas bajas tras una serie de reveses que han afectado a su popularidad en las últimas semanas: la semana pasada se filtraron a la prensa dos informes confidenciales sobre la actitud del Gobierno de cara al público, ha recibido ataques de antiguos amigos y simpatizantes e incluso ha protagonizado meteduras de pata memorables en los Comunes.

La derrota del proyecto de ley, por contra, fortalece a la oposición conservadora, hasta ahora considerada prácticamente desahuciada de cara a unas elecciones generales.

William Hague, el líder del Partido Conservador, pidió tras conocerse el resultado de la votación que el Gobierno laborista acepte la voluntad de la "mayoría" del pueblo británico.

El portavoz del grupo pro derechos "gay" "OutRage!", Peter Thatchell, instó por su parte al gobierno a "permanecer firme contra los prejuicios y la discriminación reintroduciendo el proyecto de ley este otoño".
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