MOSCU.- Además de la "huella chechén", las autoridades no descartan la "pista mafiosa" para llegar hasta los responsables de la explosión de la bomba que estalló en Moscú el pasado martes dijo hoy Vladimir Itkin, jefe de la comisión que investiga el caso.
"Todas las hipótesis se examinan de la misma forma", dijo Itkin al añadir que los investigadores, por el momento, no dan preferencia a ninguna de las dos versiones: que la bomba es obra de terroristas chechenes o de las mafias.
"La investigación estudia seriamente la hipótesis económica de la explosión y que se podría explicar como la lucha por el control de las tiendas localizadas en uno de los lugares más frecuentados de la ciudad", comenta hoy el diario "Kommersant".
El rotativo, citando fuentes de la policía, revela que las tiendas en el paso subterráneo de la Plaza Puskin, donde estalló la bomba, son objeto de pugnas entre los clanes mafiosos que controlan parte del comercio callejero de la capital.
Los establecimientos en cuestión son más bien nichos de pocos metros que se suceden a lo largo del túnel, donde se venden flores, cosméticos, zapatos, ropa, comestibles, medicinas, bebidas cigarrillos, periódicos, libros y revistas.
Según "Kommersant", estas tiendas, en las que apenas hay sitio para el vendedor, producen ganancias superiores a 10.000 dólares mensuales y diariamente son "ojeadas" por las decenas de miles de transeúntes que por allí pasan ya que es un túnel que comunica tres estaciones del metro (ferrocarril subterráneo metropolitano).
Además, "la estructura de la bomba no coincide con la que tienen las que se emplean en los atentados reivindicados por la guerrilla chechén en Jasaviut, Vladikavkaz y Volgograd", anotó el diario.
